sociedad carlos II
En esta parte de la exposición, vamos a hablar de la sociedad y partiremos de la
literatura para hacerlo. Pretendemos hacer un retrato de la sociedad durante el reinado de
Carlos II, a partir de dos obras literarias: El no importa de España, de Francisco Santos; y El
Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina. La primera, es una obra de género costumbrista ambientada en el Madrid del siglo XVII; y la segunda, es la representación teatral del mito del
Don Juan en la pluma de Tirso de Molina
La elección de estas dos obras atiende a dos consideraciones previas: la ambientación
geográfica de cada una de ellas: Madrid, que ostenta la capitalidad y la residencia de la corona
y el poder político; y Sevilla, sede económica del imperio de las Indias. La segunda razón, la encontramos en la contraposición social en la que se ambientan, dando la visión de dos
realidades estamentales distintas.
Siguiendo la idea que articula la tesis doctoral de la Doctora Cantero Sandoval,
titulada: “Lo fantástico como universal en la enseñanza de la literatura en la educación
secundaria obligatoria”. Hemos encontrado una serie de temas o ítems comunes en ambas obras, con información relativa a la sociedad de ese momento.
Partiendo de esos “lugares comunes” podemos extraer información para elaborar un
retrato significativo de la sociedad de la época.
Así, de forma general, antes de entrar en los citados “Universales Literarios”, En las dos
citas que vemos en la pantalla, encontramos una significativa visión global de lo que era la época, en su mayoría podemos encontrar una sociedad resignada por las circunstancias. Sobre
todo en la segunda:
“Aunque nos vean tan mal parados, tan rotos y perdidos, y que nuestro fin, después de vna
vida vida mal governada, sea muerte desprevenida, tristes enfermedades, agudas pestilencias,
ambiciones, descortesía (...) cruzes, horcas, murmuraciones, embidias, testimonios falsos, afrentas, agravios, deshonras, azotes, cordeles y cuchillos, no importa”
De la lectura de ambas obras extraemos estos “Universales Literarios” o “Lugares
Temáticos Comunes”: La espada, la mujer, la imagen, la justicia, el honor, el gobierno, Dios y
Otros, que están presentes pero los consideramos como ítems menores.
Todos ellos son elementos que componen la mentalidad, rigen el comportamiento y la
forma de actuar en la sociedad de la época.
Estos ítems, por si solos, pueden llegar a ilustrar la sociedad de la época, aunque es
necesario, para una comprensión de carácter global, donde se dan cita causas y consecuencias,
tener en cuenta lo dicho con anterioridad por mis compañeros y en el resto de exposiciones.
Hemos llamado “La Espada”, al primero de estos ítems, para hacer referencia al
significado que esta arma tenía en la sociedad del XVII.
La sociedad del XVII era una sociedad armada. La espada y la pistola al cinto tenían una
doble función en la época:
La primera, la elemental, una función defensiva y de ataque… El que tiene una espada al cinto, es porque la sabe usar y puede tener pocos o ningún reparo para hacer uso de
ella… lo cual representa una “declaración de intenciones” los problemas o
discusiones en muchas ocasiones no esperaban a ser dirimidos en los tribunales.
La segunda, una función de prestigio o de posición social: llevar una espada implica,
como mínimo haber servido en el ejército, lo que te ubica en un puesto determinado en el escalafón social.
El segundo “Universal” es la mujer… el papel de la mujer en el siglo XVII no se aparta
mucho del que se le atribuye en siglos precedentes y en siglos posteriores… que en ocasiones,
lamentablemente, llega hasta nuestro días.
La mujer sigue siendo en esta época un objeto de cambio, en matrimonios concertados ...
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