SUMISI N

Una enseñanza de la sumisión
Me parece que es “buena hora” para contar una historia como suele decirse o, siendo más precisos, para reconstruir el relato de una vivencia que inicialmente tiene laapariencia de haber ocurrido en un caso particular pero que si de pronto tuviéramos la capacidad de reunir un centenar de estos, por decir un número, muy posiblemente podríamos generar una fuente parala elaboración de distintas historias de la educación de los colombianos de nuestra y de otras generaciones.
A lo mejor este tipo de esfuerzo recurra a la construcción de su fuente documentalprimaria, a través de la narración e incluso que con ella se pueda reconstruir una fuente suficiente para historiar la educación vivida por los estudiantes; quizá esta manera de proceder no se corresponda conla ortodoxia de las fuentes primarias que hoy priman en las investigaciones históricas, pero de pronto lograría establecer una búsqueda que involucre a los niños, a los jóvenes, a los mayoreshombres y mujeres en la recolección de aquellos escombros que aún pueden dar cuenta – en tanto permanecen en el recuerdo – de unas historias de la educación a las que se ha hecho caso omiso porque elencuentro con las fuentes escritas de mayor raigambre institucional u oficial, sugiere una mayor jerarquía y, por lo tanto, otorgan una identidad de mayor erudición a quien las trata desde el lugar delinvestigador de historia.
Se trata de hacer memoria de un hecho o de un conjunto de hechos de diversa índole, respecto de distintas experiencias, en distintos lugares de la escuela o en relación conella, con personas que conocimos en la escuela o que en todo caso nos llevan a esos momentos vividos en nuestra calidad de estudiantes de tal o cual escuela.
En este caso, que de ningún modo es elmodelo, intentaré narrar una experiencia y publicarla entre algunos cercanos que fueron o aún son estudiantes para invitarlos a producir esta base de datos o fuentes para la historia de la educación en...