TÉCNICAS PARA DETERMINAR LA VIABILIDAD DE SEMILLAS Y ESTUDIO SOBRE EL EFECTO DE LA LUZ Y LAS HORMONAS EN LA GERMINACIÓN DE SEMILLAS
Departamento de Ciencias Biológicas
Universidad de los Andes
TÉCNICAS PARA DETERMINAR LA VIABILIDAD DE SEMILLAS Y ESTUDIO SOBRE EL EFECTO DE LA LUZ
Y LAS HORMONAS EN LA GERMINACIÓN DE SEMILLAS.
Techniques to determine the feasibility of seeds and study on effect of light and
hormones in seed germination
Palabras claves: viabilidad, semilla, hormona, germinación, estado de latencia, prueba de tetrazolio, giberelinas,
ABA, regulación germinación, fitocromos, luz
INTRODUCCIÓN
Las semillas, tras su maduración y dispersión, no siempre son capaces de germinar ya sea que son durmientes o
porque las condiciones ambientales no le favorecen. En estas situaciones las semillas empiezan a deteriorarse, lo cual
se manifiesta con la pérdida progresiva de su capacidad para germinar. (Raven,2013)
Cuando las semillas entran en la fase de maduración, construyen una gran reserva de nutrientes en el endosperma,
perisperma o cotiledones. Sin embargo, la semilla sufre una desecación y pierde más del 90% del agua hacia el
ambiente circundante provocando el endurecimiento de la testa. Como resultado de la desecación, el metabolismo al
interior de la semilla disminuye al punto de permitir la viabilidad del embrión durante extensos periodos de tiempo.
Las semillas pueden entrar entonces en un estado quiescente (reposo) o estado latente (Raven,2013).
La reanudación del crecimiento de una semilla, o germinación, depende tanto de factores externos como internos. Los
factores ambientales son el agua, oxígeno y temperatura. Adicionalmente, semillas pequeñas como las de la lechuga
(Lactuca sativa) y otras especies requieren de luz para que la germinación ocurra. Dado que la mayoría de las
semillas maduras son extremadamente secas, la germinación es solo posible cuando la semilla embebe los requisitos
de agua para actividades metabólicas. La mayoría de las semillas pueden germinar para un amplio rango de
temperaturas, aunque en general no pueden germinar en temperaturas inferiores a 5 o 0ºC y en temperaturas superiores a 45 o 48ºC. El rango óptimo se encuentra entonces entre los 25 y 30ºC (Raven,2013).
En contraste a las semillas quiescentes, quienes, dada una condición externa favorable, pueden germinar por
rehidratación, las semillas dormantes no germinan aún en condiciones favorables. Varios factores y mecanismos se
han identificado como causa de la permanencia de este estado: la impermeabilidad al agua y oxígeno de la cubierta de
la semilla y su rigidez que impide que la raíz del embrión surja al medio externo y que previene que escapen
inhibidores de crecimiento.
En este informe nos enfocamos en la acción de dos hormonas: giberelina y ABA, con efectos antagónicos sobre el
desarrollo del embrión, tanto estimulantes como inhibidores. (Raven,2013).
En ciertos momentos, la supervivencia de la planta depende en su habilidad de restringir su crecimiento o actividades
reproductivas, para ello emplea hormonas inhibidoras como ABA. Se ha observado un aumento de los niveles de
ABA durante el desarrollo temprano de la semilla para diferentes especies. Este incremento promueve la producción
de proteínas de almacenamiento y previene una germinación prematura. Por lo tanto, la ruptura del estado de latencia
Laboratorio de fisiología vegetal II-2014
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Universidad de los Andes
está correlacionado con una disminución de los niveles de ABA. No obstante, en algunos casos, el maíz carece de la
habilidad de entrar en estado ...
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