TAL VEZ ESTÉ DEBAJO DE TU CAMA

“TAL VEZ ESTÉ DEBAJO DE TU CAMA”
Aquella imagen, sí aquella, cuya más le había impresionado en toda su vida, pertenecía a una película de la cual, extrañamente, no recordaba ni el título. Existía una niña tumbada sobre su cama en su polvorienta alcoba. Poco más allá, a su izquierda, había un espejo, y ella podía verse dormir apaciguadamente. Apenas marcaban las veintidós horas, la lunareflejaba su escuálida imagen, y cada noche, por aquello del miedo que atenaza a los niños, la cría se miraba en el espejo y entre incertidumbres, aprovechaba para ver si tal vez debajo de su cama había algo de lo que debiera tener conocimiento. Tras ver que no existía nada anormal se quedó tranquila. Poco después, tal era la desesperación que procedió a hacer lo mismo, lentamente entreabiertos y luegola caída de sus párpados tomó vuelo en un refugio inesperado. Su mano cayó hacia el suelo. En un momento dado notó una humedad viscosa en su mano lacia y abrió los ojos sin atrever a moverse un ápice. Giró estratégicamente la cabeza hacia la izquierda y miró el espejo. Bajo su cama había un hombre con ojos de sádico por naturaleza, que lamía su mano con la boca sangrienta en un rictus perverso. Aquella escena era la que más terror le producía, pero ella no tenía un espejo al lado de la cama para mirar si estaba sola en la habitación, y por más que había pedido a sus padres que le pusieran un espejo estos siempre lo hubiesen negado con la excusa usual del perímetro reducido. A un lado tenía el balcón principal y al otro un armario y la puerta. No cabía esa posibilidad, y ponerlo enfrenteno tenía sentido. 
De modo que Violet Johnson miraba debajo de su cama nada más entrar en la habitación, con las luces abiertas y la puerta del cuarto del mismo modo, por si tenía que gritar y ser escuchada por sus padres. Una vez comprobaba que no había nada, cerraba la puerta para asegurarse de que nadie podía entrar, y tras leer algunas páginas de un libro de la colección del Barco de Vapor,se dormía con la luz de la lamparilla encendida que le obsequió su abuela. Más tarde, como cada noche, entraría alguno de sus padres para darle un beso en la frente y cerrar la luz. También cerraban la puerta por expreso deseo de ella. Si antes no habían entrado, después tampoco lo harían. 
Una noche entró e hizo su rutina habitual y exuberantemente aburrida. Cuando terminó abrió el libro queestaba leyendo, sus ojos consumieron ávidamente unas páginas y cayó rendida. Su madre entró veinte minutos después, besó su frente, cerró la luz y se marchó, dejando cerrada la puerta. 
Violet no pudo ver como media hora más tarde el pomo de su puerta giraba lentamente. La puerta no chirriaba, de modo que tampoco se enteró cuando ésta se abrió lentamente y “algo” que no tenía forma ni color sedeslizó por el suelo sin hacer ningún ruido. Ella permanecía inerte sumida en sueños, cuando la sábana que la cubría comenzó a deslizarse hacia sus pies. Un sutil y pequeño cosquilleo producido por el movimiento de las sábanas hizo que moviera las piernas incómodamente, casi en un arranque nervioso, pero no llegó a despertarla. Cuando las sábanas terminaron en el suelo, Violet comenzó a tener unapesadilla. Sus ojos, ocultos tras los párpados cerrados, se movían rítmica y velozmente. Mientras tanto un ser invisible a la vista humana, deslizaba parte de sí por las piernas desnudas de Violet, provocando que toda su piel se estremeciera y el vello de todo su cuerpo se erizara. Un frio impetuoso y glacial recorrió sus pies, sus piernas, su cintura, su pecho y sus brazos y terminó llegando hastasu rostro como un suspiro mortal. Ella sintió que el corazón se le congelaba y abrió los ojos en un rictus de horror. Respiró hondo y comenzó a hiperventilarse mientras sus manos se agarraban fuertes a la sábana de fondo. Cuando logró aminorar la velocidad de su respiración y su corazón volvió a su número de palpitaciones habitual, Viole parpadeó un par de veces más y se centró. Algo fallaba. No...