Teorico8 psicoanálisis (cátedra delgado)

MATERIA (049): Psicoanálisis Freud - Cátedra: I
TEÓRICO: 8
FECHA: 31 de mayo de 2006
PROFESOR: Osvaldo Delgado

Buenos días. Hoy vamos a trabajar sobre la base de dos textos.
Primero, quería retomar por una pregunta que me hicieron, la “Carta 69” que Freud le
envía a Fliess, donde se produce realmente un quiebre importantísimo en la elaboración que
viene haciendo.
Le dice a Fliess que ya no creemás en sus histéricas. Es una carta de 1897 muy cerca
de la producción de Freud sobre las “Las neuropsicosis de defensa”.
Tienen que tener en cuenta tres cosas con relación a la carta. Primero, el problema del
obstáculo en la medida en que el encontrarse con que esos relatos tenía que ver con
cuestiones no acontecidas en la vida real. Esto genera un obstáculo serio respecto a la
construccióntanto de la finalidad de la cura, como de la construcción de qué se entiende por
síntoma, la construcción de qué se entiende por dispositivo analítico, cómo se piensa el
aparato psíquico.
Piensen que el encuentro con que esto no acontecía en la realidad sino que eran
fantasías, produce una modificación absoluta de todo el ordenamiento conceptual. Es más,
implica una nueva fundación de lo que Freudvenía produciendo. Y otra cuestión respecto al
quehacer del analista, una cuestión en el quehacer del analista en búsqueda de la relación
de tal o cuál síntoma con tal o cuál acontecimiento sucedido como experiencia sexual
prematura traumática.
En la medida en que esto no aconteció el quehacer del analista cambia. Se trata de otra
posición, ya no se trata de ir en búsqueda de un suceso acontecidopara poderlo ubicar y
mediante la labor analítica y la puesta en palabras del suceso acontecido, producir el efecto
de abreacción de ese monto de afecto que había quedado estrangulado en su decurso.
Se trata de otra trama. Y poder situar la dimensión de la fantasía crea lo que es
propiamente la realidad psíquica freudiana.
No se trata de que las histéricas eran todas mentirosas en el sentidovulgar del término.
Eran fabulaciones, creaciones, fantasías relatadas como efectivamente acontecidas. La
dimensión de esas construcciones fantasiosas pasa a tener un valor conceptual y clínico
fundamental. Freud se encuentra con un fenómeno: si esto no aconteció cómo es que todos
los pacientes relataban sucesos de esa índole.
¿Cómo es que esto se presentaba en forma universal en todos los casos?
Laotra gran cuestión, que es importante que tengan en cuenta, tiene que ver con los
modos de la producción conceptual en psicoanálisis. Freud formula en esa Carta algo que lo

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atañe personalmente, cuando dice que creía en los relatos y que, por lo tanto, todos los
padres eran perversos, por lo tanto el padre de él también.
Para que Freud pudiera producir ese giro de ciento ochenta grados, ypudiera ubicar la
dimensión de esa realidad psíquica que se llama fantasía, era necesaria una operación que
debía realizar respecto a su propia posición como sujeto.
Una cosa era atribuirle al padre, por lo tanto, él como víctima, y otra cosa, es interrogarse
por qué él construía la versión perversa de un padre. A él lo implicaba no sólo en la
construcción teórica de la nueva doctrina sino que loimplicaba subjetivamente en el vínculo
de con su propio padre.
Cuando hace este movimiento que es el pasaje uno de los tantos pasajes del lugar de
víctima al lugar de responsable, tiene que responsabilizarse de por qué construye esta
versión. A esto se lo ha llamado el autoanálisis de Freud. Freud, como ese analista
inaugural, como aquel que crea el lugar del analista, produce esta suerte deautoanálisis. Se
lo dice así, en verdad, para ser más precisos, no es que haya un autoanálisis.
Freud en el análisis original, que implica el origen mismo del psicoanálisis, se “analizaba”
(si quieren pueden ponerlo entre comillas para no confundirse), se “analizaba” con Fliess
que no era un psicoanalista, más bien era alguien que se ocupaba de trastornos en la
faringe. No era un psicoanalista, ni un...