tito y oslak

Los Estados ante el Estado
(…) Mitre, luego de ejercer de modo provisorio la jefatura del Ejecutivo nacional, asume en octubre de 1862 como primer presidente de la República Argentina unificada, ahora sí “con sus 14 estrellas”.
Desde nuestra óptica, sin embargo, se puede afirmar que en los años previos convivían en realidad tres Estados en el territorio “argentino”. Además de la coexistenciade la Confederación y el Estado de Buenos Aires, es justo otorgar similar entidad a la confederación aborigen liderada por los araucanos de Cafulcurá, la “dinastía de los Piedra”. En efecto, en los extensos dominios de la pampa, el cacique construyó, también con acuerdos y desacuerdos, una verdadera confederación que sostenía un gobierno –funcionaba con regulares u ocasionales asambleas de caciquesy capitanejos, y reconocía un jefe o “presidente”-, ejercía dominio territorial desde el sur de Córdoba, San Luis y Mendoza hasta más allá del río Negro, y entre la cordillera y el océano; mantenía relaciones diplomáticas y comerciaba con los dos Estados “oficiales” y Chile; celebraba pactos de no agresión; intervenía en las luchas entre Buenos Aires y la Confederación, y por último, tenía unimportante ejército –de miles de “lanzas”- que concentraba, en su región, el monopolio de la fuerza. No fue sino después de 1875 que este poder pudo soslayarse.
La Confederación aborigen dominaba las estratégicas salinas, imprescindibles para curtir los cueros, y el camino del comercio hacia el sur de Chile por Choele-Choel y el río Negro. Su poder era reconocido por el Estado nacional, que lebrindaba un estatus similar al de un gobierno extranjero, aunque con el desdén propio de la discriminación hacia una cultura “inferior”. Su definitiva derrota –la “conquista del desierto”, que implicó desalojar, someter, apresar, desterrar o matar a los “infieles”- era indispensable para construir un Estado-nación. Decir esto no implica legitimar los medios empleados, ni sostener que fueron los únicosposibles.
La “conquista del desierto” no se limitó, entonces, a ganar las tierras que aún quedaban en manos de los aborígenes en el Chaco o la Patagonia –la mitad del país-, sino que constituyó un desafío político para ingresar en la modernidad y terminar de conformar el Estado-nación.
Las nuevas armas cumplirían un papel decisivo: el desafío político se podría resumir en el acertado uso de lanueva violencia. La compaña de Roca en el Sur será un ejemplo de ello: el ferrocarril, el telégrafo y el fusil Remington culminaron, en tres años, una campaña comenzada hacia siglos. Después de la traza de la “zanja de Alsina” (1786), que delineaba una estrategia defensiva, aislacionista, opuesta a la idea de vencer al desierto –y sus circunstanciales moradores, según la visión de entonces-, eljoven Julio A. Roca impulsó una estrategia agresiva, que consumirá la conquista. (…)

LA CONQUISTA DEL ORDEN Y LA INSTITUCIONALIZACION DEL ESTADO
(Fragmento)
Introducción
“El Estado ha muerto; viva el Estado.” Bien podrían haber sido éstas las palabras del vencedor de Pavón, luego de que su triunfo produjera el derrumbe de la Confederación Argentina y despejara el camino para la definitivaorganización nacional sobre las bases impuestas por Buenos Aires.
La promesa cierta de un futuro de abundancia y progreso hacía auspicioso el comienzo de este nuevo experimento de construcción del Estado Nacional (…).

Sin embargo, la confirmación de la hegemonía porteña sobre el resto del territorio nacional argentino, no significó la resolución del viejo problema de la institucionalización delpoder que el país venía arrastrando prácticamente desde el momento mismo de su independencia (…). Mantener y extender el movimiento iniciado desde Buenos Aires –la “revolución liberal”- requería la centralización e institucionalización del poder estatal en el nuevo gobierno nacional surgido después de Pavón. Era preciso ordenarse para ordenar; (…)

Por cierto, el triunfo de Pavón creaba una...