Tomo La pluma para escribir en mi diario

Tomo la pluma para escribir… 

En hojas de papel recortadas, cuidadosamente cosidas con cintas de seda y conservadas en un carpeta de cuero francesa reposan -en un presente eternizado por la escritura- los pensamientos, sentimientos y acontecimientos de tres años de la vida de una mujer a mediados del siglo XIX en Santa Fe de Bogotá.

Soledad Acosta registra, en casi setecientas páginasmanuscritas, la evolución de su historia de amor con el hombre de letras que se convertiría en su esposo, José María Samper. La escritura de su diario, comenzado en 1853 en el momento mismo en el que la autora se enamora de Samper y terminado en 1855 un día antes de su matrimonio, está tejida a la vez de sus lecturas de filosofía y de literatura del romanticismo, de escenas de la vida social de laBogotá de la época, de una detallada crónica del golpe y la dictadura militar de José María Melo y de lo que nos ocupará en este texto, de reflexiones sobre el proceso mismo de la escritura. 

La siguiente lectura se concentrará en los fragmentos en los que la voz de la autora se detiene para preguntarse por el sentido de su diario y de su escritura, registrando a la vez las circunstancias querodean esta práctica, y de los fragmentos en los que su voz dirige su escritura a un interlocutor preciso. 

Este análisis nos permitirá descubrir este diario como un texto en el que aparecen las huellas de un acto de escritura remoto y secreto, a la vez que acercarnos a aspectos comunes al género autobiográfico femenino, como la tensión entre lo público y lo privado, la relación de la vozautobiográfica femenina con su interlocutor, “su otro o su juez” en términos de Mercedes Arriaga, y al acto de escritura, la enunciación o el acto creador como tema en la escritura autobiográfica. 

El diario: lo privado y lo público 

Me detendré por un momento en el lugar desde el que habla el yo que se escribe en las páginas de este diario y que se afirma con la frase que utilizo como epígrafe eneste texto. El yo que toma la pluma es un yo femenino, un yo femenino que escribe. La acción de escribir realizada por una mujer en el contexto de nuestro siglo diecinueve latinoamericano, el lugar desde el cual escribe esta mujer, está determinado por su función social, asociada con el ámbito privado y familiar en el que cumple la misión de prepararse para conservar y resguardar los valoresreligiosos y familiares. 

Desde ese lugar habla este yo, condicionado además por los límites del género autobiográfico que ha escogido para escribir(se): el diario, considerado por teóricos de la autobiografía como Lejeune o Girard como el género autobiográfico de lo individual, lo privado y lo íntimo. 

Nos encontraríamos entonces con que el diario de una mujer del siglo XIX sería un texto que seescribe desde lo privado y que se supone también proyecta su escritura hacia lo privado, al que opondríamos las autobiografías y memorias de los hombres como textos escritos desde lo público, como crónicas de acontecimientos proyectadas hacia lo público. 

El caso del diario de Soledad Acosta nos permite cuestionar esta proposición y replantear, en varios aspectos la relación entre lo público y loprivado en el género autobiográfico que nos ocupa. En primer lugar sabemos, antes de leer el diario, que se trata de la voz privada de una mujer que tuvo también una voz pública. 

Conocemos a Soledad Acosta de Samper como novelista, ensayista, periodista e historiadora, de ahí que intuyamos o deseemos encontrar en su diario, en su escritura privada, pistas para reconstruir la evolución de suvoz narrativa, literaria, pública. La intuición y el deseo se confirman luego de leer este diario, del que podríamos decir que se trata de un texto en el que su voz va de lo privado hacia lo público, en el que la autora elabora sus lecturas y ensaya su voz narrativa. El diario es sin duda el antecedente a su novela de 1867 Una Holandesa en América, la fuente de “La Monja” relato incluido en...