Un milagro en Pascua

CRÓNICAS URBANAS

Un milagro en Pascua
Por: Óscar A. Viramontes Olivas


Corría el año 1949 cuando en la esquina de la Cuarta y Doblado se escucharon los gritos de un niño en el interior de uno de los cuartuchos de un local que era utilizado como negocio dentro del gran mercado “del Hoyo”, en el mero Centro de la ciudad de Chihuahua. Eran las 5:00 a.m. cuando Catalina daba a luz a suhijo, un varoncito que nacía con bajo peso y con el riesgo de morir, pues la madre durante todo su embarazo había carecido de los cuidados más elementales por la pobreza, más bien miseria, donde vivía. Ella no había tenido ninguna opción en la vida y desde pequeña se había dedicado al sexoservicio, uno de las actividades más antiguas de la humanidad e incomprendido por la sociedad.
Su existenciahabía sido muy agitada, en medio de ambientes hostiles y llenos de penumbras; así se desarrollaba la vida de Catalina, que por descuido concibió a una creatura que a lo mejor nunca había sido deseada y que tenía que cargar el resto o parte de su vida con él. Dentro de las entrañas, el producto discreto se desarrollaba en torno de una atmósfera de vicios, pues la madre tenía que estar trabajandopara ganarse unos cuantos pesos y para ello tenía que estar con clientes y más clientes que le exigían por unas cuantas monedas que estuviera consumiendo alcohol e inhalando el constante humo de cigarro que hacía “toser” a la creatura en las cantinas de toda la zona roja de la ciudad.
Esos nueve meses de penumbras y malpasadas fueron el pan de cada día, hasta que el momento no tan esperado llegaba.Con todo y su embarazo, Catalina tenía que salir a trabajar sin remedio, pero el destino la alcanzó el domingo 14 de mayo por la madrugada, pues a eso de las 3:00 a.m. se empezó a sentir muy mal, pues experimentaba intensos dolores en su vientre que la hacían doblarse y gritar de desesperación. En ese momento estaba con un señor de apellido Pedrea en una mesa de cantina y al notarla en malascondiciones le dijo: “Mujer ¿qué le pasa?, déjeme llevarla a su casa”, y el hombre asustado se levantó con ella saliendo del centro de vicio denominado “El Caballo Blanco” rumbo a su automóvil, pues el asunto estaba muy feo por el terrible sufrimiento de la mujer. Amablemente la llevó hasta las puertas de su casa para que descansara y se recostara. Catalina al llegar a su “pocilga” se acostó paradescansar y tratar de calmar sus dolores. Con ella vivía una viejecita llamada Martha, amiga que le había dado posada desde hace tiempo atrás y que tenía mucha experiencia en traer chamacos a este mundo.
Martha vio las condiciones en que se encontraba Cata y le pidió que se recostara y que aguantara hasta preparar todo lo necesario, pues ella decía: “Ay, mi querida chiquilla, mira en qué estadovienes y con esos dolores que anuncian que vas a ser mamá, espérame tantito para alistar lo que tenga que alistar para ayudarte, no sufras, no llores, que aquí estoy para ayudarte”. Al momento la señora corrió para preparar lo necesario en medio de la insalubridad que los rodeaba. Pero así es la naturaleza de cada quien, pues aquellos que han nacido en cobijas de seda se enferman al contacto con laspartículas de polvo del medio ambiente, en cambio, aquellos que siempre han vivido en la miseria e inmundicia, nada les hace daño, pues su sistema inmunológico, ya con muchos “callos”, está casi adaptado a todo. Sin embargo, también el vivir en medio de las hostilidades tiene su precio y factura. Ante todo esto doña Martha ya con todo lo necesario empezó a hacer su “chamba” pidiéndole a Catalina queagarrara aire y expirara para que la creatura saliera: “¡Puja, mujer, puja para que el producto salga!”. La cosa no estaba muy bien, pues la pobre muchacha se había quedado sin fuerzas y la vida de ambos corría peligro, pero Catalina sacó fuerzas desde lo más hondo de su ser, tal vez las últimas de su existencia, y pudo expulsar al nuevo ser que resultó ser un niño. Ante este esfuerzo, ella se...