Un paso más
Los hombres andan caminos sin que se den cuenta y al final llegan a un punto de llegada y, quizás, de meta.
El hombre que andaba por ese camino no tenía miedo ni remordimientosajenos, no cargaba, ni tocaba a nadie. No tenía la intención de hacerlo, prefería ser cargado por todos los demás, quizás, algún día después, en un instante que le sucediera su tiempo. Y es que él estabaandando por un camino desconocido: fijo y simple que lleva a la única meta a la que siempre se ha temido llegar.
Estaba andando, con su mente en marcha y sus pies en automático. No era la primeravez que le sucedía eso pero si era la primera vez que lo haría con esa meta al final del camino. Tenía dudas, seguía teniendo dudas, no por el hecho de seguir andando, sino de hecho de querer sabermás, pues eso era lo que creía. No quería creer más cosas sino saberlas. Eso le inquietaba, que su preciado tesoro fuese exterminado cuando él llegase a su meta.
Al punto final, de su llegada, cuandose detuvo, un hombre le dijo con un tono lastimero y cruel, pero a su vez de miedo y de remordimiento, pues él sería el primero en cargarlo por siempre:
–¿Te arrepentirás de haber caminado hasta aquíen la forma en que lo hiciste?
–No, no lo haré, jamás… y fue bueno que no lo haya hecho nunca.
Y el hombre, con la más completa calma, siguió andando un poco más su camino. En ese momento, alsubir, no quiso hacerlo con mala intención:
–Usted disculpe –dijo a un segundo hombre–, fue un accidente.
Y se inclino, con las rodillas en el punto final y la cabeza un poco más allá de su meta. Serelajo y sintió el frio acero que le penetraba en el cuello; sentía que la columna se dividía como cuando él sentía que la mantequilla era rebanada con un cuchillo.
El metal andaba tranquilo y...
Regístrate para leer el documento completo.