Una Generación Llega a Su Fin
Páginas: 6 (1404 palabras)
Publicado: 11 de septiembre de 2011
Ascanio Cavallo
Una generación llega a su fin
Sep. 10 , 2011
Publicado en La Tercera, 10 de septiembre de 2011
Gabriel Valdés fue un protagonista en las cuatro décadas más intensas de la política chilena, las últimas cuatro del siglo XX, "décadas prodigiosas" de convulsiones y experimentos, de revoluciones y oposiciones. En breve: los años de la tumultuosa entrada de Chile en lamodernidad, con un país que no sabía qué camino tomar para dejar atrás la sociedad tradicional que se había vuelto insostenible.
Cuando Valdés entró a la política, en los años 50, Chile era un país pobre, de una pobreza que es hoy casi imposible imaginar. El ingreso per cápita era de menos de mil dólares, la esperanza de vida al nacer apenas pasaba los 55 años, 120 de cada mil niños morían en su primeraño, la educación básica llegaba al 30% (y la media, a un escalofriante 4,5%) y grandes masas campesinas habían convertido abruptamente a Santiago en una ciudad de dos millones de personas, para las cuales no había servicios ni trabajo. Los inmigrantes se apiñaban en la periferia, al borde de los ríos y los canales -las famosas "callampas"-, y cuando el gas de la basura se acumulaba, unosincendios salvajes convertían en cenizas a las casuchas y sus habitantes.
Como otros hombres ilustrados de su generación, Valdés imaginó que el camino de transformación de esta realidad era la Falange -un desmembramiento juvenil del Partido Conservador-, que luego se convirtió en la Democracia Cristiana. Estuvo entre sus fundadores. Trabó amistad con sus grandes líderes, y en especial con Eduardo FreiMontalva. Participó en las campañas electorales. Compartió todas las derrotas y las escasas victorias.
Y cuando llegó la hora del triunfo, en 1964, estuvo disponible para lo que Frei le asignara. El nuevo Presidente pensó nombrarlo vicepresidente de CAP -donde trabajaba como abogado-, embajador en Estados Unidos -porque hablaba inglés fluido- y ministro del Trabajo. Valdés creyó que esteúltimo sería su cargo, Pero Frei modificó abruptamente su opinión y lo nombró canciller. Tenía 44 años. Hoy es evidente que ese cambio fue un golpe de inspiración. ¿Qué habría hecho este aristócrata mundano, refinado, culto y delicado en el áspero Ministerio del Trabajo, mucho más áspero en el país pobre de entonces que en el de ahora?
La elección de Frei fue la expresión de un nuevo ciclo de la"revolución de expectativas crecientes", esos momentos en que las capas más pobres de una sociedad ya no aceptan ser excluidas del reparto de los beneficios, y su gabinete de hombres jóvenes traducía esa voluntad de cambio social en gran escala. No se halla, en realidad, un gobierno con más talentos emergentes en toda la historia del siglo XX. Frei la llamó "revolución en libertad" y Valdés seconvirtió en su vocero en el mundo.
A pesar de que Estados Unidos quería convertir al gobierno de Frei en su regalón dentro de Sudamérica -y sobre todo como contraste de Cuba-, el esquema de la Guerra Fría incomodaba a la DC, que desde sus orígenes doctrinarios se pensaba como una "tercera vía" entre el capitalismo y el comunismo. En 1969, un incidente comercial entre EE.UU. y Brasil produjo unaenojada reacción de los gobiernos latinoamericanos, que mandataron a Valdés para llevar un mensaje antiimperialista a la mismísima Casa Blanca.
Richard Nixon debió oír en persona un duro discurso del canciller chileno, que denunciaba la desigualdad de las relaciones comerciales entre los dos hemisferios. Un día después Valdés recibió un llamado del asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger,quien lo increpó por no entender que la historia no pasaba por el sur, sino por las grandes capitales del norte. Con su característico tono irónico, Valdés le contestó que consideraba que su posición era "wagneriana". Kissinger, judío-alemán, se declaró dolido por la alusión y pasó semanas tratando de convencer al "arrogante" canciller chileno de que sus ideas no tenían nada que ver con la...
Una generación llega a su fin
Sep. 10 , 2011
Publicado en La Tercera, 10 de septiembre de 2011
Gabriel Valdés fue un protagonista en las cuatro décadas más intensas de la política chilena, las últimas cuatro del siglo XX, "décadas prodigiosas" de convulsiones y experimentos, de revoluciones y oposiciones. En breve: los años de la tumultuosa entrada de Chile en lamodernidad, con un país que no sabía qué camino tomar para dejar atrás la sociedad tradicional que se había vuelto insostenible.
Cuando Valdés entró a la política, en los años 50, Chile era un país pobre, de una pobreza que es hoy casi imposible imaginar. El ingreso per cápita era de menos de mil dólares, la esperanza de vida al nacer apenas pasaba los 55 años, 120 de cada mil niños morían en su primeraño, la educación básica llegaba al 30% (y la media, a un escalofriante 4,5%) y grandes masas campesinas habían convertido abruptamente a Santiago en una ciudad de dos millones de personas, para las cuales no había servicios ni trabajo. Los inmigrantes se apiñaban en la periferia, al borde de los ríos y los canales -las famosas "callampas"-, y cuando el gas de la basura se acumulaba, unosincendios salvajes convertían en cenizas a las casuchas y sus habitantes.
Como otros hombres ilustrados de su generación, Valdés imaginó que el camino de transformación de esta realidad era la Falange -un desmembramiento juvenil del Partido Conservador-, que luego se convirtió en la Democracia Cristiana. Estuvo entre sus fundadores. Trabó amistad con sus grandes líderes, y en especial con Eduardo FreiMontalva. Participó en las campañas electorales. Compartió todas las derrotas y las escasas victorias.
Y cuando llegó la hora del triunfo, en 1964, estuvo disponible para lo que Frei le asignara. El nuevo Presidente pensó nombrarlo vicepresidente de CAP -donde trabajaba como abogado-, embajador en Estados Unidos -porque hablaba inglés fluido- y ministro del Trabajo. Valdés creyó que esteúltimo sería su cargo, Pero Frei modificó abruptamente su opinión y lo nombró canciller. Tenía 44 años. Hoy es evidente que ese cambio fue un golpe de inspiración. ¿Qué habría hecho este aristócrata mundano, refinado, culto y delicado en el áspero Ministerio del Trabajo, mucho más áspero en el país pobre de entonces que en el de ahora?
La elección de Frei fue la expresión de un nuevo ciclo de la"revolución de expectativas crecientes", esos momentos en que las capas más pobres de una sociedad ya no aceptan ser excluidas del reparto de los beneficios, y su gabinete de hombres jóvenes traducía esa voluntad de cambio social en gran escala. No se halla, en realidad, un gobierno con más talentos emergentes en toda la historia del siglo XX. Frei la llamó "revolución en libertad" y Valdés seconvirtió en su vocero en el mundo.
A pesar de que Estados Unidos quería convertir al gobierno de Frei en su regalón dentro de Sudamérica -y sobre todo como contraste de Cuba-, el esquema de la Guerra Fría incomodaba a la DC, que desde sus orígenes doctrinarios se pensaba como una "tercera vía" entre el capitalismo y el comunismo. En 1969, un incidente comercial entre EE.UU. y Brasil produjo unaenojada reacción de los gobiernos latinoamericanos, que mandataron a Valdés para llevar un mensaje antiimperialista a la mismísima Casa Blanca.
Richard Nixon debió oír en persona un duro discurso del canciller chileno, que denunciaba la desigualdad de las relaciones comerciales entre los dos hemisferios. Un día después Valdés recibió un llamado del asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger,quien lo increpó por no entender que la historia no pasaba por el sur, sino por las grandes capitales del norte. Con su característico tono irónico, Valdés le contestó que consideraba que su posición era "wagneriana". Kissinger, judío-alemán, se declaró dolido por la alusión y pasó semanas tratando de convencer al "arrogante" canciller chileno de que sus ideas no tenían nada que ver con la...
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