Una Historia Que Marcó Mi Vida

“UNA HISTORIA QUE MARCÓ MI VIDA “

Posiblemente una de mis historias de vida más trascendente, más decisiva, tuvo como otros tantos hitos referenciales cuatro 6 de Enero consecutivos. Y esto, por la estricta tiranía de la economía familiar: porque mi viejo no podía, en una época de jornales flacos y con el dinero de plástico aún no nato, no podía, pues, comprar de una vez los doce tomosde aquella enciclopedia, impresa a inicios de los años sesenta, el "Lo Sé Todo", dos mil quinientas páginas profusamente ilustradas, la versión en español de la "Vita Meravigliosa" italiana... Así, y a lo largo de cuatro días de Reyes, por cuatro años seguidos, yo esperaba ansioso, impaciente y ensayando cada vez mi promesa de sorpresa y agradecido maravillamiento, ésos que sin embargo secumplían sinceros e infaltables cuando, por fin, me llegaban puntuales aquellos tomos que yo veía enormes, y que, aunque aún no lo supiera claramente, iban a abrirme el mundo para mí y a la vez mi cabeza hacia el mundo...
Me fascinaba la sección “Mitos y Leyendas”, dedicada fundamentalmente a la mitología grecorromana y más escasamente a la nórdica (no tanto así las leyendas bíblicas, que contabancon una sección propia pero que yo las veía de temática menos atrapante), todo lo cual me llevaba después a poblar casi cada trabajo escolar de imágenes, comparaciones y metáforas alusivas a dioses, semidioses y otros seres de fábula. Creo que se salvaron de tales invasiones cuasiliterarias poco más que los problemas aritméticos.
Me seducían los descubrimientos, sí los alcanzados por lasexpedicionarios a lo largo y ancho del mundo, pero mucho más aun los de carácter científico –la creciente penetración en los misterios del universo de lo inmenso y de lo infinitesimal, los asombros de la física, de la química, de la biología. Recuerdo el arrobamiento que me embargaba al avistar el conmovedor ajetreo –lejano, pero accesible ahora desde las páginas de la enciclopedia- de tantasespecies vivientes con sus modos de vida exóticos.
Me apasionaba la aventura humana transcurrida en tantas geografías y tiempos dispares, en particular aunque no sólo la relatada en una serie incluida a lo largo de sus tomos, la “Historia de la Humanidad”, sino también en otros muchos artículos de temática limítrofe, digamos las biografías de personalidades históricas, o la historia de lavestimenta o de los instrumentos musicales, y tantísimos más.
En una enciclopedia como ésta no podían faltar las incursiones en las diversas artes, principalmente mediante el recurso de presentar artículos sobre la vida y obra de pintores, escultores, músicos, escritores o, cuando a discutible criterio de los autores la trascendencia de una obra lo ameritaba, existía un artículo específicosobre la misma: así pude abordar, cierto que resumidísimos, ya fuese “El Quijote” como “Gargantúa y Pantagruel” o bien la saga del “Anillo de los Nibelungos”, como también supe aburrirme con “Los Novios” de Manzoni, éste entre otras concesiones que la editorial italiana hacía frecuentemente sobredimensionando su literatura e historia vernáculas.
En cada ocasión, una vez culminada milectura de aquellos tomos, los guardaba cuidadosa y ceremoniosamente en unas grandes cajas rígidas de cartón corrugado -en ellas habían sido embalados en origen-, para preservarlos del polvo, del irresponsable asalto de mis hermanos menores y aun de “la demoledora crítica de los ratones” -como alguien dijera una vez-.
Por supuesto que mi padre también me acercó otros numerosos libros, tantocuentos fantásticos y novelas de aventuras como obras de divulgación, antes, durante y después del parsimonioso desembarco escalonado del para mí imponente “Lo Sé Todo”; pero esa colección de todos modos fue siempre como el hilo de engarce de los demás materiales.
Con el tiempo fue alimentándome una cierta sed omnívora y reconozco que casi maníaca de conocimientos en todos los...