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Programa de derecho constitucional, Raúl Gonzalez Schmall, “La separación de poderes, Noriega Editores, México 2004, pp.233-257




9. La separación de poderesSumario

1. Preámbulo
2. Anatomía del poder político
3. El control del poder político
4. Los autores clásicos de la teoría de la
división de poderes
5. Crítica y concepto moderno de la
separación de poderes
6. Los paradigmas de estados
constitucionales o de separación de
poderes

7. El sistema parlamentario inglés
8. El principio de la división de poderes
en la Constituciónmexicana
9. La suspensión de garantías 10. Las facultades extraordinarias 11. Análisis de las funciones del Estado

1. Preámbulo

La historia del constitucionalismo es la historia de la limitación del poder político. ¿Cómo poner el poder al servicio de la comunidad y no la comuni­dad al servicio del poder? El poder sólo se justifica axiológicamente en tanto está orientado al servicio de laspersonas y está subordinado a un orden jurí­dico justo. El poder es siempre un medio -absolutamente imprescindible, pero medio-- para que la comunidad política suprema, o sea el Estado, alcance su fin propio que es el bien común. El poder que se desmesura y que pre­tende convertirse en un fin en sí mismo pierde su categoría moral y se con­vierte en un simple fenómeno de fuerza, de barbarie. Lospensadores políticos -desde la antigüedad griega hasta los más contemporáneos- que se han planteado el complejo problema del poder y de la necesidad racional de impe­dir su concentración para evitar la tiranía, han propuesto fórmulas de solución que se traducen en el fraccionamiento del poder o de las funciones del po­der. Así se habla de división de poderes, separación de poderes, distinción depoderes, distribución de poderes, separación de funciones, coordinación de poderes, reparto de poderes, distribución de funciones, independencia de poderes, interde­
pendencia de poderes, y otras análogas. Sin embargo, y a pesar de los diversos
vocablos que aluden al fraccionamiento del poder, desde ahora hay que ad­vertir que por su propia esencia el poder del Estado es uno e indivisible, aun­querealiza diversas funciones. Lo que se divide no es el poder, sino los órganos y las funciones que éstos reaiizan. Por ello, hay que tener siempre pre­sente que cuando se habla de "división de poderes" a lo que se alude es a la diversidad de órganos con sus respectivas competencias.

2. Anatomía del poder político

El ilustre constitucionalista Karl Loewenstein 1 al analizar el fenómeno del poderobserva que éste se ve confrontado con un hecho psicológico fun­damental. "Es evidente, y numerosas son las pruebas de ello -dice Loe­wenstein-, que allí donde el poder político no está restringido y limitado, el poder se excede". "Rara vez, por no decir nunca -continúa exponiendo el mismo autor- ha ejercido el hombre un poder ilimitado con modera­ción y comedimiento. El poder lleva en sí mismo unestigma, y sólo los santos entre los detentadores del poder -¿y dónde se pueden encon­trar?- serían capaces de resistir a la tentación de abusar del poder". Para el distinguido tratadista citado el poder incontrolado es, por su propia natu­raleza, malo. El poder encierra en sí mismo la semilla de su propia dege­
neración. Esto quiere decir que cuando no está limitado, el poder se transforma entiranía y en arbitrario despotismo. "De ahí -advierte Loe­wenstein- que el poder sin control adquiere un acento moral negativo
que revela lo demoniaco en el elemento del poder y lo patológico en el proceso del poder". 2
"De esta doble faz del poder -concluye el jurista mencionado- fue plenamente consciente Aristóteles cuando enfrentó las formas puras de go­bierno a las formas degeneradas: las...