veneno
El veneno, por cierto, ha cambiado el curso de la humanidad (La piel de la humanidad) más que la guerra, y que la paz (Comprensión del Mundo entre Guerras), peroese no es el tema de hoy.
Extraigo párrafos de una hermosa novela cuyo escenario es el siglo X, el XI a lo sumo, no recuerdo bien (El feudalismo):
“A primera vista, a la luz de nuestra lámpara,sólo vimos la superficie calma del líquido. Pero cuando la iluminamos desde arriba vislumbramos en el fondo, exámine, un cuerpo humano desnudo. Lentamente, lo sacamos del agua: era Berengario. Como dijoGuillermo, su rostro sí era el de un ahogado. Las facciones estaban hinchadas. El cuerpo, blanco y fofo, sin pelos, parecía el de una mujer, salvo por el espectáculo obsceno de las fláccidas partespudendas. Me ruboricé y después tuve un estremecimiento. Me persigné mientras Guillermo bendecía el cadáver.
(…)
“-Esto sí que es curioso… -dijo (Severino, el monje herbolario, dirigiéndose aGuillermo).
“-¿Qué?
“-El otro día observé las manos de Venancio, una vez que su cuerpo estuvo libre de manchas de sangre, y vi un detalle al que no atribuí demasiada importancia. Las yemas de losdedos de la mano derecha estaban oscuras, como manchadas por una sustancia de color negro. Igual que las yemas de estos dos dedos de Berengario, ¿ves? En este caso aparecen también algunas huellas en eltercer dedo. En aquella ocasión pensé que Venancio había tocado tinta en el scriptorium…”.
La novela es de Umberto Eco (Semiología) y se llama, con notable acierto, El nombre de la rosa (Lenguaje,lengua y habla en El nombre de la rosa…), título que no es ninguna concesión poética sino que Eco pensó en el verso de Borges (El doble como transgresión del límite en la obra de Borges), “En las...
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