Veto

El veto presidencial de una ley es un hecho insólito en la política mexicana. Hace muchas décadas que un presidente veto una ley, pero al parecer hasta en ésto, Vicente Fox intenta romper con elcomportamiento del pasado, en parte porque las leyes las generaba el poder ejecutivo.

Que se trate de la Ley de Desarrollo Rural tiene tal vez una doble importancia porque si algo estaba descuidado,por no decir abandonado, es el campo mexicano. Tradicionalmente, el campo subsidio a la producción industrial, porque al generar insumos baratos los salarios se podían mantener bajos, para el impulsodel proyecto industrializador no importaba que el campo se empobrecía, y la respuesta gubernamental fue la generación de subsidios para salvar a los campesinos de la inanición. Claro que los subsidiosbeneficiaron más a los grandes agricultures como al actual secretario de Agricultura, que se ha opuesto con vehemencia a la ley vetada.

La CONASUPO se creo para evitar que los intermediarios seenriquecieran a costas de los productores, pero la corrupción descarriló las mejores intenciones políticas. El resultado final fue que los intermediarios impusieron sus reglas, se beneficiaron de CONASUPOy simultaneamente siguieron abusando de los productores. Hay casos verdaderamente escandalosos como la naranja, cuya introducción al Distrito Federal está concentrada en unas cuantas manos.

Perolos motivos presidenciales no dejan de sorprender. La presidencia dice que vetaba la ley porque no cumplía con el compromiso social con los más pobres y por supuesto, para continuar con los tonos quefacilitaron la protección gubernamental del zapatour, sostiene que la ley no apoya a los campesinos indígenas.

No niego la importancia del discurso de protección a los pobres, pero lo que no terminade acomodarse es el doble mensaje gubernamental.

Tomese por ejemplo la política fiscal. La secretaría de Hacienda propone reducir los impuestos al ingreso, que normalmente pagan los más ricos y...