Violencia en el fútbol nacional

Finalizado el Torneo Clausura en diciembre, muchas fueron las cuentas que dejó el semestre para todas las instituciones. Doblete para el Danz, el lamentable suceso de Jarvi Mejía, la pésima campañade Estudiantes de Mérida y particularmente la repentina desmotivación de una de las mejores aficiones que tiene el país.

El sábado, leía en la prensa local la diatriba generada por unasdeclaraciones que esgrimiera el gerente deportivo de Portuguesa en torno a varios tópicos de la actualidad que vive el "Penta", la misma, tuvo respuestas por parte de los aficionados más incondicionales (barras)que tiene el cuadro rojinegro.

Me pareció que el momento era propicio para dar un punto de vista relacionado con la asistencia general que tuvo el José Antonio Páez, aún cuando al final consiguióestar entre las mejores cinco plazas de la Primera División.

El “fenómeno” si así se le puede calificar me parece atractivo para explorar, descubrir causas y buscar soluciones para que lo vistodurante el último ascenso sea una constante o por lo menos se asemeje. Podríamos comenzar por lo básico; los resultados no acompañaron al equipo durante la estadía de Jhonny Lucena en el bancoportugueseño, recuerdo el lleno de la primera fecha ante Trujillanos y de ahí en más los números fueron una montaña rusa. Hasta ahí es comprensible el éxodo.

Carlos Nuñez cosechó números que tampoco fueron(aparentemente) suficientes para el fanático de Portuguesa. Sin embargo hubo excepciones, como ante CD Lara donde la cara del estadio fue una de las mejores del campeonato.

Muchas veces, los másidentificados se toman las cosas de manera casi familiar; intentaba fomentar una discusión argumentada que nos llevara al punto de encontrar más motivos por los cuales la tendencia de asistentes enPrimera División es tan distinta a cuando se lucha por volver al máximo circuito.

Entre tantos insultos, descalificaciones, amenazas y más, conseguí respuestas que no me terminaron de satisfacer por...