Walcott: Las Antillas: fragmentos de una memoria epica

Páginas: 29 (7226 palabras) Publicado: 31 de julio de 2013
www.revistadepoesiaclave.com/no 4/derek walcott las antillas.htm
Revista Clave, Febrero de 2005 - Año 2, No. 4
Las Antillas: fragmentos de una memoria épica
Discurso leído al recibir el premio Nobel
Traducción de Robert Mintz
La Historia es una olvidada noche de insomnio.
La Historia y el temor primigenio son siempre nuestro origen,
porque el destino de la poesía es
enamorarse delmundo, a pesar de la Historia.
Felicity es una aldea de Trinidad fronteriza con Caroni Plain, la extensa llanura central donde aún hoy se produce el azúcar, y a la que eran llevados, después de la emancipación, cortadores de caña contratados a destajo. Su pequeña población es originaria de la Indias Orientales, así que aquella tarde en que unos amigos estadounidenses y yo la visitamos, todos losrostros que veíamos por la calle eran hindúes, lo cual como espero mostrar, fue bello y conmovedor, pues esa tarde sería representada Ramleela, una escenificación épica de la epopeya hindú: el Ramayana. Una vez disfrazados, los actores aldeanos se reunían en un campo adornado con banderas de distintos colores, como si fuera una estación de gasolina recién inaugurada. Además, los hermosos muchachoshindúes, con sus vestidos de color rojo y negro, apuntaban sus flechas a la luz de la tarde. Se podían ver los perfiles de los azules cerros en el horizonte, la brillante hierba, las nubes que tomarían un tinte encendido antes de que la luz huyera. ¡Felicity! ¡Qué dulce nombre anglosajón para una memoria épica!
En los linderos del campo, bajo un cobertizo había dos enormes bastidores de bambúsemejantes a inmensas jaulas. Eran partes del cuerpo de un dios, sus pantorrillas o muslos, las que una vez armadas, compondrían una gigante efigie que sería incinerada al término de la epopeya. Las estructuras de caña iluminaban un previsible paralelo con el soneto de Shelley sobre la caída de la estatua de Ozymandias y su memorable imperio, ese «colosal naufragio» en el vacío desierto.
Unostamborileros habían encendido un fuego en el cobertizo, al que acercaban con cuidado los cueros de sus instrumentos para templarlos. Las llamas de azafrán, la hierba brillante y los bastidores trenzados a mano de aquel dios fragmentado que iba a sacrificarse, no se hallaban en un desierto donde se hubiera derruido en definitiva el poder de un imperio; formaban parte de una estación ceremonial siempreviva, que como el festín de la quema de caña, se repetía anualmente, puesto que el punto culminante de cada sacrificio es la repetición, y la destrucción debe ser renovada por el fuego.
Penetraron al campo unas deidades. Aquello que llamamos «música hindú» surgía estrepitosamente de la plataforma abierta del cobertizo desde la cual sería narrada la epopeya. Continuaron llegando los actoresdisfrazados. Príncipes y dioses, supongo. ¡Qué desafortunada frase! Es una expresión que encarna nuestras diásporas asiáticas y africanas. Había pensado a menudo en Ramleela, pero nunca había podido verla; ni tampoco este teatro a campo abierto, con muchachos aldeanos como guerreros, príncipes y dioses. No tenía la más mínima idea acerca de esa historia épica, ni de su héroe, ni de los enemigos con queluchó, aunque hubiese recientemente adaptado La Odisea para el teatro en Inglaterra, presumiendo que el auditorio conocía las aventuras que hubo de enfrentar Ulises, el héroe de esa otra epopeya del Asia menor. Es de anotar que en Trinidad, excepto yo, nadie sabía acerca de Rama, Kali, Shiva, Vishnú, a no ser los hindúes – empleo esta frase perversamente, porque esta es la clase de comentarios queaún se pueden escuchar en Trinidad - : «a no ser los hindúes».
Era como si en los límites de la llanura central se encontrara otra planicie: una balsa a bordo de la que sin fortuna, iba a representarse el Ramayana sobre aquel océano de cañas; pero ese era mi punto de vista como escritor, y me equivocaba. Veía a Ramleela, en Felicity, imaginándola una obra de teatro, pero era una obra de fe.
Si...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • FRAGMENTOS DE UNA MEMORIA
  • Fragmentos De Memorias De Fuego
  • Las antillas
  • Las antillas
  • Antillas
  • Las Antillas
  • Las Antillas
  • LAS ANTILLAS

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS