Muchas veces son necesarias las lágrimas en tinta, soltar miles de palabras que están más que prendidas en la garganta, queriendo ser gritadas y que están ahí sin saber si salir disparadas o siseguir desgarrando un poco más antes de pasar inadvertidas, manchando el pensamiento, desviándote. Uno puede escuchar tonterías, puede tener ilusiones equivocadas, uno puede saber mucho sobre alguien,pero cuando una persona es especial todo lo que había como su sombra desaparece, es como una magia particular que hace esa persona sea preciada, y uno la querría siempre en su mesa de luz, en su cama, ensu bolso, incluso en un pedestal.
Cuando una persona te decepciona, te quita las ilusiones, salta de aquel altar donde estaba sentado gobernando, se va y ese movimiento desacomoda la estructura quehasta el momento se había creado. Muchos dicen que las personas no cambian sino que nunca se las terminan de conocer, con lo que coincido, adhiriéndole que en muchos casos hemos sido testigos de quela sombra siempre ha estado y sido real, y que por esa misma ilusión terminamos negando lo que no correspondía con tal ideal de lo que nosotros queríamos fuera aquella ilusión.
Deja mucho dolor,deja mucho que desear, deja un vacío inmedible, deja. Cuando una persona decepciona deja de ser lo que nosotros creíamos era, lo que nosotros ideábamos fuera, deja.
Incluso aquellas almas queesperábamos estuvieran gemelas junto a uno, inseparables, amores del “por siempre juntos”, hermanos y personajes. La decepción es un cegador universal que no respeta ideologías ni filosofías de vida, se sientecomo un sentimiento más, uno de los más amargos según mis gustos que no quisiera apareciera tan seguido.
Nos damos cuenta que nada en el mundo, absolutamente nada podría compensar una pérdida pordecepción, un arrebato de ilusión. Ni dinero, ni drogas, ni diamantes, nada puede completar el vacío que queda, solo se transita como se puede, por más vueltas que se le dé, siempre duele pero termina...