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EL AUTO BUS MAGICO

Después de recorrido un largo trayecto, tal y como lo esperaba un nuevo paisaje apareció ante nuestros ojos: un frondosobosque de enormes abetos, cedros y otros coníferos, era un típico paisaje nórdico europeo. Tuve que disminuir la velocidad para evitar chocar contra algún árbol. De pronto, vimos surgir del interior de la arboleda a un personaje insólito frente al cualestacioné, era un caballero con una flamante armadura dorada algo ennegrecida por la acción de un potente fuego, él me hizo señas para que me bajara, a lo que accedí.
El caballero, quien con voz firme y un curioso acento dijo llamarse Herman, tenía un gran porte de guerrero teutónico; alto, rubio y de ojos claros, eran notorias sus elegantes maneras y personalidad muy amable. Evidentemente seencontraba extrañado por nuestra apariencia y por nuestro transporte.

En fin, luego le observarnos fijamente por varios minutos, me relató que llevaba varios días por aquellos parajes tratando de rescatar a su prometida Emma, quien era una bella princesa quien había sido atrapada por su hermano hacía meses atrás. Este último desde años atrás se había convertido en un poderoso pero malvado mago quientambién se había enamorado de Emma, y con el fin de tenerla para sí, tras un potente hechizo se hizo transformar en un terroríficodragón.
El padre y la madre de la princesa, que eran Rey y Reina respectivamente de una pequeña y cercana comarca, vivían desde el rapto de su hija en permanente agonía y habían prometido darla en matrimonio a nuestro referido hidalgo si este pudiera rescatarla, aligual que entregarle el tesoro que resguardaba el dragón. Ya eran varios los caballeros que lo ayudaban con el rescate pero sin embargo habían sido derrotados tras una infructuosa lucha con la feroz bestia; Herman por su parte, aunque había durado más tiempo en la lid que sus antecesores tenía perdida su espada, escudo y demás armas que traía para combatir.
Al ver tan agotado y desanimado alcaballero, decidí volver con mis pasajeros y colectar las meriendas que teníamos con el fin de darle un refrigerio que lo hiciera recuperar sus fuerzas y reanimarlo un poco.
Al entrar para recoger los alimentos uno de los párvulos notó que en las sillas traseras del autobús se encontraba una lanza plateada, una espada dorada y un fabuloso escudo, al igual que un bellísimo casco metálico, todosrelucientes y de espectacular diseño. Cuando se los mostramos a Herman, ésalto de emoción. Nos dimos cuenta que cada una de estas armas tenía una peculiaridad excepcional: el casco hacía invisible a quien lo portaba, la lanza y la espada atravesaban fácilmente las piedras y el escudo, era de un metal con una resistencia y sutilidad incomparable, liviano como el titanio y reluciente como una estrella.
Lecomenté a nuestro caballero que ahora sí le sería menos dificil derrotar al dragón, pero él no se vio muy confiado pues conocía de la astucia y las argucias del animal en el combate. Sin embargo, una vez que comió, se le vio con nuevos bríos y gran bravura. Tomó rumbo a su campo de batalla. No pude soportar que Herman tuviera que enfrentar solo al destino así que me ofrecí para hacerle compañíacomo su escudero, aunque

Amanda trató de impedirlo angustiosamente debido al peligro que esto implicaba, yo le aseguré para tranquilizarla que con las nuevas armas todo sería muy diferente. Mi nuevo amigo y yo decidimos marchar hacía la cueva de la temible fiera, muy pronto fui testigo de los tremendo fogonazos y estridentes rugidos de la bestia que salían de su madriguera. Mi compañero de lucha yyo tramamos con anticipación una estrategia de ataque. Tomé el escudo y entré a la cueva protegiéndome con este (tengo que confesar que pocas veces en mi vida había tenido tanto miedo). Los gruñidos del dragón se parecía a los de un león combinados con los de una víbora pero aumentados veinte veces por lo menos. Con los refulgentes resplandores que emitía el broquel trate de llamar la atención...