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literaria. El caso Vargas Llosa
Efrain Kristal
RESUMEN
Efrain Kristal es catedrático de
literatura española y comparada en la
Universidad de California, Los Angeles
El reconocimiento mundial de la novela latinoamericana, a partir de la
década de 1960, se debe en primera instancia al nivel de excelencia lograda por
los mayores exponentes del género, entre ellos, GabrielGarcía Márquez, Mario
Vargas Llosa, Carlos Fuentes y José Donoso. Eso dicho, las pautas de su recepción
fueron marcadas por un tipo de crítica literaria política que hizo pasar criterios
políticos por artísticos. Este acercamiento crítico no dio respuestas confiables a sus
propias preguntas, porque los críticos que lo establecieron modificaron sus juicios
de valor (mas no sus criterios deevaluación) sobre determinadas obras cuando los
autores de las mismas modificaron sus posiciones políticas. El caso de Mario
Vargas Llosa es particularmente sugerente: cuando el novelista peruano afirmaba
su compromiso por los movimientos revolucionarios latinoamericanos sus novelas
fueron altamente consideradas por los mismos críticos que las rechazaron cuando
su comportamiento decepcionó a lasautoridades de la revolución cubana.
(UCLA). Ha publicado numerosos
ensayos de crítica literaria, historia
intelectual y filosofía del arte. Es
autor del libro “Temptation of the
word. The Novels of Mario Vargas
Llosa” (1998). Está terminando otro
libro sobre la traducción en la obra de
Jorge Luis Borges.
EFRAIN KRISTAL, Universidad de California, Los Angeles (UCLA), Departament
of ComparativeLiterature, and Department of Spanish and Portuguese, 405
Hilgard Avenue, Los Angeles, California, 90095, USA.
Fax: (1 - 310) 206-4757
Correo electrónico: kristal@ucla.edu
Perspectivas 339
Revista Perspectivas (Departamento de Ingeniería Industrial, Universidad de Chile), vol. 4, Nº 2, 2001 (pp. 339-351)
U
na de las labores principales del crítico literario consiste en aclarar el significado deobras
específicas situándolas en el marco estético o cultural al que corresponden, y en el contexto de
la historia literaria. Desde que José Enrique Rodó afirmara –en una famosa reseña de Prosas Profanas–
que Rubén Darío no era “el poeta de América”, porque su poesía no registraba los problemas espirituales
y sociales a los que el continente se debería enfrentar, el escritor latinoamericano ha sentidoel peso de
este requisito del crítico literario, y en muchos casos lo ha asumido como propio tanto en sus obras de
creación como en sus declaraciones públicas. No son pocos los escritores que han recibido duros
reproches cuando sus obras literarias carecen de interés social o político. Para que una obra literaria
fuera considerada “reaccionaria” ha bastado, a veces, que su autor evitara lospronunciamientos políticos.
Es probable que Jorge Luis Borges no haya obtenido el premio Nobel por los desaires de sus críticos
politizados. Gabriel García Márquez declaraba, por ejemplo, que despreciaba a Borges por razones
políticas, aunque reconocía, con picardía, que lo leía todas las noches.1
Hay, sin duda, acercamientos políticos a la literatura justificados, por ejemplo, cuando el crítico
seocupa de algún autor que incluye determinados contenidos políticos en sus obras de creación. Sin
embargo, se deberían evitar las falacias que consisten, o bien en ignorar los méritos artísticos de una
obra cuando el crítico literario discrepa con las posiciones políticas del autor, o bien en soslayar los
defectos artísticos de la misma cuando el crítico concuerda con la ideología de éste. El relativoéxito de
estas prácticas tendenciosas en la crítica literaria latinoamericana ha sido lamentable: ha empobrecido
la reflexión literaria haciendo pasar criterios políticos por artísticos, y ha fomentado un acercamiento
a la literatura que permite evaluar la misma obra como valiosa o despreciable en la medida que el
autor que la produjo reconsidera sus opiniones políticas. Así, por ejemplo, los...
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