Abogado
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La experta Heidi Castrillón alerta que la informalidad campea en este sector ante pasividad de las autoridades y decámaras de comercio.
Lima. La falta de una Ley de Franquicias que establezca las garantías que sean necesarias para el adecuado desarrollo de este formato de negocio en el país y se eviten, así, abusos,incumplimientos de contratos y hasta estafaspor parte, principalmente, de los propietarios de las marcas convertidas en franquicias, impide el despegue de este floreciente sector en donde hoy por hoycampea la informalidad.
Así opinó la periodista Heidi Castrillón, especializada en temas de comercio exterior y franquicias.
“Con asombro vemos que este rentable modelo de negocio que funciona enel Perú desde 1993 no cuenta con una ley expresa y se rige únicamente a través de contratos que por lo general no se cumplen estrictamente. Se requiere, por tanto, de una norma que promueva y alienteestos negocios, que establezca las condiciones que determinan que una marca sea considerada franquicia con el fin de evitar que más gente sea estafada”, advirtió Castrillón.
Refirió que lainformalidad a llegado a tal punto que a buena parte de las franquicias peruanas se les conoce con el nombre de “franchichas”. En nuestro país – afirmó Castrillón – la franquicia no es, en definitiva, unnegocio de bajo riesgo sino todo lo contrario, debido, principalmente, a la inexistencia de una ley que sirva de estímulo para una inversión segura.
“Mientras estos malos empresarios abandonan a susuerte a quien les adquirió su franchicha,se dedican a hacer relaciones públicas, aparecer en medios de comunicación, ofrecer charlas en universidades presentándose como empresarios o franquiciantesexitosospese a haber sido capaces lanzar al mercado las ya conocidas franquicias informales o que en el fondo no son tales, provocando que el franquiciado pierda todo o buena parte de su inversión”,...
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