Agriculture en españa
En 2007, la aportación del sector de agricultura, ganadería y pesca a la economía de España representaba un 2,6% del PIB. Si se tiene en cuenta que ese mismo año dicho sector empleaba a un 4,7% de la población activa, se entiende que globalmente está algo a la zaga del resto de la economía.
3.1. EL SECTOR AGRARIO
Sin embargo, lastransformaciones sufridas en los últimos decenios y en especial desde el ingreso de España en la UE han sido tales que toda generalización es imposible. Al lado de subsectores rezagados, como el de ganadería bovina, otros, como el de cultivos hortofructícolas, alcanzan altas cuotas de productividad y técnicamente poco o nada tienen que envidiar a sus equivalentes de los países más avanzados.3.1.1. PROBLEMAS DE ESTRUCTURA Y EVOLUCIÓN RECIENTE
El cambio más profundo que se ha experimentado desde hace cincuenta años tal vez sea el provocado por el éxodo rural, y la consiguiente disminución de la presión demográfica en el campo, que se fue despoblando en los años 50 y más aún 60. En 1965, el sector agrario dejó al industrial su primer puesto en la distribución de la población activa, yen 1970 fue rebasado también por el de servicios. Desde entonces, se ha proseguido este declive, y es probable que esta evolución se mantenga en los años próximos, pues los trabajadores del campo en gran parte ni son jóvenes ni serán sustituidos cuando se retiren. Aunque con cierto retraso en relación con el éxodo rural, la distribución de las explotaciones por superficie también se estámodificando. Entre1990 y 2003, su número total ha caído en un 30%, pues se observa una tendencia a la concentración, que favorece a las explotaciones de 50 hectáreas o más a expensas del resto. Según la Encuesta sobre Estructura de las Explotaciones Agrícolas de 2005, el número de explotaciones sigue reduciéndose, y aumenta al mismo tiempo la superficie total media, situándose en 30,67 hectáreas.
A esareestructuración en términos físicos se ha sumado una mejora notable del margen bruto generado por hectárea, de tal forma que el fuerte aumento de la dimensión territorial de las explotaciones se ha acompañado de un crecimiento mucho mayor de su tamaño en términos económicos. Desde mediados de los años 1980, se ha producido un incremento considerable de la dimensión económica de las unidadesproductivas, que cabe atribuir: en un 40% al aumento de la superficie por explotación, y en el 60% restante a la intensificación o mejora de la rentabilidad por hectárea.
Pero existen importantes diferencias regionales. La pequeña explotación, o minifundio (menos de 10 ha.) tiene amplia representación en la Comunidad Valenciana (un 44% de la superficie agraria utilizada), Canarias (un 43%) y Galicia (un33%) ; la gran explotación, o latifundio (más de 100 ha.), domina en Extremadura (un 73%), Madrid (un 67%), Castilla y León (un 63%) y Aragón (un 61%). En total, sólo el 4,47% de las explotaciones tienen más de 100 ha., pero reúnen el 55,58% de la superficie explotada, mientras las que tienen menos de 10 ha. representan el 69,25% del total de explotaciones pero sólo el 9,65% de la tierra. Lamediana explotación (entre 10 y 100 ha.) es la que está menos representada. Sólo es mayoritaria en superficie en Galicia, Baleares, Cataluña y el País Vasco.
Globalmente, a pesar de las transformaciones apuntadas, que han permitido una cierta convergencia con el resto de la UE, la agricultura española sigue arrastrando un notable retraso estructural, que se refleja en la baja dimensión económica delas explotaciones. Esta reducida dimensión media se debe a la pervivencia en España de un gran número de pequeñas explotaciones, un conjunto muy relevante en términos sociales y por las funciones que cumplen desde el punto de vista ambiental y territorial, y donde el trabajo femenino resulta especialmente significativo. La inmensa mayoría de las explotaciones agrarias en España, el 96,1% según el...
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