aprciacion
En La Orestiada, Agamenón hace un despliegue desmedido de hubris: no siente la menor compasión por el pueblo de Troya, al que acaba de aniquilar, y parece estar convencidode que, al hacerlo, estaba en todo su derecho. Únicamente cuando le habla a Clitemnestra acerca de Casandra hace alusión al principio de que el vencedor debe apiadarse de los vencidos. Sin embargo,puesto que Casandra era a todas luces su amante, sus palabras no entrañan sólo compasión sino también el deseo de conservarla para su propio placer. Fuera de esto, es evidente que se siente orgullosodel terrible exterminio que ha realizado. Pero la prolongada guerra desatada por él también acarreó sufrimientos a los nativos de Argos, poblando la comarca de viudas y de madres enlutadas y haciendoque hasta su propia familia debiera padecer un abandono de diez años. Así, en última instancia, parte de la destrucción de la que tan orgulloso se siente a su regreso se había abatido también sobre supropio pueblo, por el que cabe suponer que experimentaba algún afecto.
Su destructividad, que afectó a sus allegados más próximos, podría interpretarse como dirigida contra sus primeros objetosamorosos. La razón ostensible para perpetrar todos esos crímenes era vengar el insulto infligido a su hermano y ayudarlo a recuperar a Helena; Esquilo, sin embargo, deja bien sentado que Agamenón estabamovido también por la ambición, y que el hecho de ser proclamado "Rey de Reyes" gratificaba su hubris. Con todo, sus victorias no sólo gratificaron su hubris sino que además la acrecentaron ycontribuyeron a endurecer y a deteriorar su carácter.
Agamenón que relata sus hazañas y la destrucción de Troya no parece ni digno de amor ni capaz de amar. Nuevamente citaré a Esquilo: “Algún día semanifiestan los dioses a los hijos de aquellos hombres soberbios que sólo respiran guerra e iniquidad y vivieron hinchados con la pompa de una opulencia sin medida". Su incontrolada destructividad y su...
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