AUTOESTIMA
* En concreto, una autoestima alta en adolescentes se
asocia con una percepción menos negativa del estrés cotidiano (Dumont y Provost, 1999).
Los jóvenes con unaautoestima elevada informan también de que disfrutan de más
experiencias positivas y son a su vez más eficaces en el afrontamiento de experiencias
negativas, generando respuestas más adaptativas tras elfracaso (Dodgson y Wood, 1998;
Tashakkori, Thompson, Wade y Valente, 1990). Así, interpretan las experiencias negativas
de un modo más funcional, minimizando la importancia de la habilidad implicadaen una
tarea tras el fracaso en ella (Di Paula y Campbell, 2002). También se perciben menos
responsables ante la retroalimentación negativa que los jóvenes con baja autoestima
(Campbell y Fairey,1985; Jussim, Yen y Aiello, 1995), tienden a realizar atribuciones
más controlables (Godoy, Rodríguez Naranjo, Esteve y Silva, 1989) y se muestran más
persistentes ante tareas insolubles (Sommer yBaumeister, 2002). Realizan, a su vez, una
mayor planificación de las respuestas en el ámbito académico (Gázquez, Pérez, Ruiz,
Miras y Vicente, 2006) y obtienen, en general, niveles superiores deéxito académico
(Lerner et al., 1991). Mantener un autoconcepto elevado en el ámbito académico
favorece, junto al éxito en dicho ámbito, una mejor percepción de auto-eficacia y el
uso de más y mejoresestrategias de aprendizaje, las cuáles facilitan un procesamiento
profundo de la información (García Fernández et al., 2010; Gargallo, Garfella, Sánchez,
Ros y Serra, 2009; Núñez et al., 1998). Encuanto a las relaciones interpersonales, los
adolescentes con una alta autoestima se muestran menos susceptibles a la presión de los
iguales (Zimmerman, Copeland, Shope y Dielman, 1997), obtienenmejores impresiones
por parte de éstos (Robins, Hendin y Trzesniewski, 2001) y se muestran más cercanos
(Neyer y Asendorpf, 2001).
Cuando los jóvenes con menor autoestima experimentan fracaso en...
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