Balibar
Andrés Aluma-Cazorla
La caída del Muro de Berlín marcó para muchos el inicio de una era en la cual el capitalismo y las democracias liberales se impusieron de manera triunfante en el mundo occidental y en los recientemente liberados países al este de la también derruida cortina de hierro. Este hecho histórico significó a la vez la consolidación delantiguo sueño de la Unión Europea el cual se traducía, entre otras cosas, en la apertura casi total de sus fronteras para permitir la libre circulación de ciudadanos, bienes y servicios a través del viejo continente. De esta manera, las fronteras políticas de los diferentes países de la Unión se convirtieron en meros accidentes geográficos que dividían una región de la otra o en simple trazosnecesarios para organizar de manera territorial la estructura política de los Estados miembros. Sin embargo, la desaparición de este muro como frontera física, sinónimo de infamia y ostracismo por casi medio siglo, no significó un cambio de mentalidad aperturista ni una liberación ideológica, sino por el contario, un replanteamiento de exclusiones incluso más profundas, justificadas por los nuevostiempos que trajo consigo la globalización impuesta por los intereses del mercado. En su ensayo The Borders of Europe (1999), Etienne Balibar corrobora la afirmación anterior al deconstruir las maneras en la cual se conciben las fronteras que identifican a Europa en el contexto mundial, así como aquellas que las dividen en los diferentes países que la componen.
Sus argumentos justifican lanecesidad histórica de la creación de los limites de un territorio con el fin no solo de lograr una separación de particularidades sino también, y más importante, repartir un territorio para la implementación de un proyecto ya sea de carácter comunitario o personalista.
A partir de la derrota del comunismo, Balibar concluye que las fronteras del continente europeo pasaron de ser fijas a moverse demanera indeterminada. A diferencia de los controles fronterizos del pasado, en donde la circulación de personas, bienes y servicios, así como las transacciones económicas y culturales de un país a otro se regulaban de acuerdo a los prejuicios ideológicos que existían a lado y lado de las fronteras de cada nación – y las hacía visibles -, al día de hoy dichas divisiones no son localizables y puedenconvertirse en una puerta abierta de par en par que permite una libre circulación o, por el contrario, en una exclusa que la impide de manera tajante, si los intereses de seguridad nacional así lo requirieren. De manera irónica, las fronteras que debieron desaparecer se han multiplicado al interior del continente, creando con ello un mayor número de tensiones que fluctúan de acuerdo a los interesesde los países involucrados en el área.
Este último factor es de vital importancia al momento de argumentar la creciente exclusión que existe al interior de los limites de Europa a partir de la caída del Muro de Berlín. La nueva división política de sus países miembros dio lugar a una nueva gama de fraccionamientos idiomáticos, religiosos, étnicos y laborales, llegándose a presentarposiciones irreconciliables que han desembocado en nuevas guerras internas, como la acontecida en los Balcanes y la desintegración de la nación yugoslava a finales de la década de los noventas. Balibar equipara al conflicto de los Balcanes con las contradicciones mismas del concepto europeo acerca de la formación de un estado, una democracia, y una sociedad única homogeneizada bajo el ropaje de unaEuropa cuya identidad como proyecto de nación ha empezado a desdibujarse, tal y cual como pasó con la antigua Yugoslavia.
Tres décadas después del derrumbe de la cortina de hierro, presenciamos el derrumbe de un proyecto de nación aperturista e incluyente, el cual se trató de implementar bajo el concepto de una Europa unida. El triunfo del capitalismo sobre el comunismo permitió la entrada de...
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