Beccaria
Cuando las pruebas de un hecho dependen una de otra, es decir los indicios no se prueben más que recíprocamente, en tal supuesto, cuantas más pruebas se aduzcan tanto menor es la probabilidad del hecho, porque los casos que harían fallar las pruebas antecedentes hacen fallar también las subsiguiente. Cuando todas las pruebas de un hecho dependen por igual deuna sola, el número de pruebas no aumentan ni disminuyen la probabilidad del hecho, todo su valor se reduce al que aquella única de cual dependen.
La pruebas son independientes una de la otra, es decir cuando los indicios se prueben de otra manera que entre su mismos, entonces cuantas mas pruebas se aduzvan mas crece la probabilidad del hecho, porque la falsedad de una prueba no influye sobre laotra. Las pruebas impergfectas, de las cuales pueda el reo justificarse y no lo hga debidamente, se transforman en perfectas, Pero es mas fácil sentir que definir exactamente esta certeza moral. La ley optima es la que establece asesores del juez principal, designados por suerte y no por selección, porque en este caso es mas segura la ignorancia que juzga por sentimiento, que la ciencias que juzgapor opinión.
Es muy útil aquella ley según la cual todo hombre debe ser juzgado por sus iguales, porque cuando se trata de la libertad y de la fortuna de un ciudadano deben callar los sentimientos inspirados por la sdesigualdad; tanto la superioridad con que el hombre afortunado mira al infeliz, como el desden con que el inferior mira al superior, no deben intervenir en este juicio.
Es tambiénconforme con la justicia que el reo pueda excluir hasta un cierto limite a aquellos que le resulte sospechosos,; y concediéndole esto sin oposición durante algún tiempo, parecerá como que el reo casi se condena a si mismo.
VIII.- De los Testigos
Toda buena legislación es el determinar exactamente la credibilidad de los testigos y las pruebas del delito. Todo hombre razonable, es decir, que tengauna cierta conexión en sus propias ideas y cuyas sensaciones sean conformes a las de los otros hombres, puede ser testigo. La verdadera medida de su credibilidad no es otra si no el interés que tenga decir la verdad.
Las formalidades y las ceremonias son necesarias en la administración de justicia, tanto porque no dejan nada al arbitrio de quien ha de administrarla, como porque dan idea alpueblo de que el juicio no es ni desordenado ni interesado si no estable y regular y también porque sobre Hombres imitadores y esclavos de las costumbres hacen mas eficaz impresión las sensaciones que los raciocinios. La credibilidad de un testigo, pues debe disminuir en proporción del odio, de la amistad de las estrechas relaciones que existan entre él y el reo
Del mismo modo la credibilidad de untestigo puede disminuir alguna vez, cuando sea miembro de alguna sociedad privada cuyos usos o máximas sean o no bien conocidos o distintos de los públicos, porque tal hombre tiene no solo las propias pasiones, sino además las de otras.
Finalmente, la credibilidad de un testigo es casi nula cuando se trate de un delito de palabras, porque el tono del gesto todo lo que precede o con que sigue a lasdiferencias ideas que los hombres atribuyen a las mismas palabras, alteren y modifican de tal manera lo dicho por un hombre, que es casi imposible repetirlo precisamente tal y como fue dicho.
IX.- Acusaciones secretas
Las consecuencias secretas son desordenes evidentes pero consagrados y hechos necesarios en muchas naciones por la debilidad de la constitución, tal costumbre hace a los hombresfalsos y solapos. Sin principios claros e inmóviles que lo guían, vagan perdidos y fluctuantes en el vasto mar de opiniones.
Montesquiu nos dice que las acusaciones públicas si mas conformes a la republica, donde el bien público debería consistir la primera pasión del ciudadano que a la monarquía donde este sentimiento es muy débil por la misma naturaleza del gobierno.
X.- Preguntas capciosas....
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