biocombustible
Un típico destino turístico del sur deEspaña con campos de golf y playas arboladas ha añadido a sus atractivos otro lugar "verde": la primera planta del mundo que convierte algas y aguas residuales en energía limpia.
La planta deChiclana de la Frontera, en Cádiz, usa el agua sucia de los hogares y la luz del sol para producir biofuel con algas como parte de un proyecto de 12 millones de euros que persigue reducir la dependencia delpetróleo importado.
El uso de algas para producir energía con biomasa, considerado en su momento por el presidente estadounidense Barack Obama como la energía del futuro, ha recibido críticas con elargumento de que necesita grandes cantidades de energía, agua y productos químicos que lo hacen insostenible.
El proyecto de Chiclana, denominado All-gas, quiere demostrar lo contrario y convertirseen la primera planta municipal de tratamiento de aguas sucias que usa algas para producir biofuel.
Pioneros
Mientras que otras industrias como las cerveceras o los fabricantes de papel usan aguassucias para cubrir sus necesidades energéticas, All-gas es el primero que cultiva algas de manera sistemática para producir una exportación neta de biocombustibles, incluido biofuel para vehículos."Nadie ha realizado la transformación de aguas sucias en biofuel, que es un proyecto sostenible", afirmó el dirigente de All-gas Frank Rogalla frente a un camión-laboratorio situado al lado de unestanque de algas en la planta de tratamiento de residuos de Chiclana.
El dióxido de carbono se usa para producir biomasa de las algas, y el compuesto resultante se transforma en gas, un biofuel limpioutilizado habitualmente en autobuses o camiones de basura por ser menos contaminante.
El proyecto de All-gas, sin embargo, está financiado en tres quintas partes por el programa FP7 de la Unión Europea...
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