carta alatolerancia
CARTA SOBRE LA TOLERANCIA*
John Locke
Este notable alegato en favor de la tolerancia religiosa y de la libertad
de conciencia constituye un texto clásico de quien es considerado el
gran ideólogo e inspirador de la revolución liberal inglesa consumada
en 1688. Las reflexiones que contiene están atravesadas por el incipiente espíritu de la democracia, por el espíritu yaconsolidado de la
reforma y, sobre todo, por el espíritu de la modernidad, en lo que
tiene de rescate de la razón, de las libertades individuales y de crítica
a las grandes concentraciones de poder.
Aunque el ensayo –escrito en 1689– se plantea fundamentalmente
en el horizonte de los violentos conflictos religiosos que se sucedieron en Europa tras la ruptura de la unidad del cristianismo y eldesarrollo del espíritu de sectas, es notable que a casi 300 años de su
publicación conserve intactas su vehemencia y su tensión intelectual
en temas sobre los cuales, a pesar del tiempo transcurrido, aún dista
mucho de haberse dicho la última palabra. Entre esos temas figuran
el de las relaciones entre Iglesia y Estado, el de las fronteras entre los
asuntos de Dios y los asuntos del César, el dela libertad de asociación y varios más.
JOHN LOCKE. Célebre filósofo inglés (1637-1704) cuyas obras principales son El
Ensayo Acerca del Entendimiento Humano y los Dos Tratados Acerca del Gobierno
publicados en 1690. En la primera de ellas, Locke ofreció los fundamentos para una
filosofía de inspiración empiricista. Gracias a la segunda de estas obras, se transformó
en uno de los padres delliberalismo. Su influencia, tanto en el campo de la filosofía del
conocimiento como de la ética y la teoría política, ha sido capital en la historia del
pensamiento de Occidente.
* La traducción ha tenido como base la versión publicada en 1977 (segunda
edición undécima tirada) por The Bobbs-Merrill Co. Inc., Indianápolis (Indiana), USA.
Estudios Públicos, 28
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ESTUDIOS PÚBLICOS
CartaSobre la Tolerancia
Al Lector
La siguiente carta referente a la tolerancia, que fue (en 1689) primero
impresa en latín, y este mismo año en Holanda, ha sido ya traducida al
holandés y al francés. Una aceptación tan rápida y general podría presagiar
una favorable acogida en Inglaterra. Creo, en realidad, que no existe nación
bajo el cielo en la cual se haya dicho más sobre ese tema que en lanuestra.
Pero, sin embargo, no existe tampoco pueblo que tenga, como nosotros,
mayor necesidad de que se diga y que se haga algo más acerca de este punto.
Nuestro gobierno no sólo ha sido parcial en materias de religión,
sino que incluso quienes más han sufrido por esta parcialidad, y más se han
esforzado a través de sus escritos por justificar sus propios derechos y
libertades, en sumayoría lo han hecho basándose en principio estrechos,
apropiados sólo a los intereses de sus propias sectas.
Esta estrechez de espíritu que han demostrado todos ha sido indudablemente la causa principal de nuestras miserias y confusiones. Pero cualesquiera que hayan sido estos motivos, ya es hora de buscar una cura
total. Necesitamos remedios más efectivos que los que hemos usado hasta
ahora ennuestra enfermedad. No son las declaraciones de indulgencia o
comprensión, como las que han sido predicadas o proyectadas entre nosotros hasta el momento, las que puedan cumplir esta labor. Las primeras sólo
paliarán nuestro mal y las segundas sólo lo empeorarán.
La libertad absoluta, la libertad justa y verdadera, igual e imparcial,
es aquello que necesitamos en efecto. Ahora bien, aun cuandoesto ha sido
muy discutido, dudo que haya sido bien comprendido. Estoy seguro de que
no ha sido practicado ni por nuestros gobernantes frente al pueblo en general ni por los grupos disidentes del pueblo entre sí.
No puedo, por lo tanto, sino esperar que esta disertación, que aborda este tema en forma breve, pero más precisa de lo que hemos visto hasta
ahora, al demostrar tanto la equidad como...
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