Carta
Los beneficios potenciales podrían superar a los daños, dijo el experto, aunque la región también resentiráalgunas sacudidas provenientes del país del sol naciente, mayormente en las variables financieras.
En el caso de la economía real, Latinoamérica sólo recibirá un impacto leve por medio delcomercio y la inversión.
Para Coutiño, se espera que la región registre un impacto marginal en el corto plazo, con una mayor intensidad concentrada en los mercados financieros, pero América Latina sebeneficiará más de la reconstrucción de la economía japonesa posterior al terremoto.
La catástrofe normalmente da lugar a un poderoso estímulo fiscal, no sólo en términos de inversión física eninfraestructura y capacidad productiva, sino también en términos de consumo doméstico.
El esfuerzo fiscal normalmente se acompaña de condiciones monetarias flexibles para apoyar el proceso dereconstrucción y estabilizar los mercados financieros.
De aquí que la movilización de recursos internos y de ayuda internacional ofrezca un impulso para la economía pocos meses después de la destrucción.Por ello, explicó que se espera que Japón emerja de la recesión para la segunda mitad del año, y entre en fuerte recuperación, la cual dará un impulso adicional a la demanda externa, beneficiando alos productores de materias primas de América Latina.
A fin de cuentas, los posibles efectos negativos para América Latina se pueden compensar fácilmente con el impacto positivo del repunte posterioral terremoto que muestre la economía japonesa.
Sin embargo, dada la debilidad de los canales de transmisión, América Latina será una de las regiones menos beneficiadas por el impacto directo del...
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