Caso
A mediados de mayo de 2006, Jorge Martínez, experto en formulación de proyectos, se encontraba preparando una presentación para los socios fundadores de Electrobórea, una sociedad en formación que tenía el propósito de dedicarse a la generación de energía eólica.
Los socios fundadores eran los hermanos Andrés, Bartolomé, Felipe, Jacobo y Tomás Acuña, herederos en partesiguales de una propiedad de 400 hectáreas situada en la ribera suroeste del Lago Tititlán. La propiedad, que había estado en manos de la familia por más de cincuenta años, en las últimas décadas se había dedicado a la ganadería bajo el cuido de don Pedro, el pater familias de los Acuña.
El señor Acuña, quien había enviudado años atrás, falleció a inicios de 2006 y desde entonces el negocio ganaderoparecía ir a la deriva. Ninguno de los cinco hermanos, todos profesionales y dedicados con éxito a distintas actividades, había tenido interés en la actividad ganadera, aunque apreciaban el buen suceso de su padre.
Algunos años atrás, unos inversionistas extranjeros se habían acercado a su padre explorando la posibilidad de poner en marcha un proyecto de generación eléctrica aprovechando laventajosa posición geográfica de la propiedad. Los vientos del Norte, que soplaban vigorosamente la mayor parte del año, se aceleraban al surcar la superficie del lago y ofrecían un interesante potencial de generación eólica.
El ya anciano señor Acuña había visto con cierto escepticismo el interés de los extranjeros, pero los autorizó a colocar unos anemómetros para medir la velocidad del vientoy su regularidad a lo largo del año.
Los resultados de los estudios habían concluido el año 2006, poco después del fallecimiento de don Pedro. Los inversionistas extranjeros presentaron los datos de viento y potencia a los hermanos Acuña (ver anexos 1 y 2), así como unos cálculos preliminares sobre el potencial del negocio de generación eólica, y una propuesta para avanzar en las negociaciones.Como ninguno quería involucrarse en el negocio ganadero, los hermanos tenían la opción de dar la finca en arriendo, lo cual podía significar unos 600 dólares anuales por hectárea. La idea de vender la finca, por el otro lado, no dejaba de tentarles: la tierra en esa región se cotizaba alrededor de 6,000 dólares por hectárea, de modo que cada hermano podría recibir 480,000 dólares por suherencia, que para ninguno era una cifra desdeñable.
La propuesta de sociedad
Los inversionistas planteaban constituir una sociedad entre ellos y los hermanos Acuña. Querían el 60% de las acciones y la administración del proyecto, y ofrecían a los socios locales el 40%, con participación proporcional en la junta directiva, y además mayoría en la junta de vigilancia. El aporte de los Acuña sería lafinca, que pasaría a formar parte de los activos de la sociedad.
Los extranjeros ofrecían aportar el estudio de factibilidad técnica y financiera para gestionar un préstamo internacional a 15 años de plazo y 6% de interés para financiar el 80% de la inversión en estudios, aerogeneradores e infraestructura del proyecto. También se harían cargo de la instalación de los aerogeneradores y de lasupervisión de las obras de infraestructura. Este crédito tendría que ofrecer como garantía, aparte del equipo de generación, una hipoteca sobre la propiedad.
Inversión requerida
La experiencia de los inversionistas extranjeros era notable, porque habían desarrollado exitosamente tres proyectos similares en países vecinos. Tenían excelentes relaciones con los proveedores europeos deaerogeneradores y explicaban que el costo de éstos había venido subiendo y que subirían más en reflejo del alza del petróleo y la creciente demanda mundial de fuentes de energía renovable. Estimaban que el costo por megavatio (MW) era de US$1.8 millones, pero sumando los costos de instalación ascenderían a US$2.6 millones por MW.
Para integrar la capacidad instalada a la red nacional de distribución...
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