Cazadores de Microbios
Cazadores de Microbios
Capítulo I
En éste primer capítulo del libro “Los cazadores de microbios” el autor, Paul de Kruif nos habla del holandés Antonio Van Leeuwenhoek el primerhombre que se adentró a un mundo totalmente nuevo, un mundo microscópico, Leeuwenhoek decidió comprobar las cosas por sí mismo.
Eran esos tiempos en que cuando un muchacho enfermo de paperas preguntabaa sus padres cuál era la causa de su mal, el padre respondía que se debía a un espíritu maligno llamado “espíritu de las paperas que invade al enfermo”. Esta explicación quizá no convencía del todoal muchacho, pero debía aceptarla y no cuestionarla más, pues si lo hacía podría obtener una paliza de parte de su padre, pues el padre era “la autoridad”.
Antonio van Leeuwenhoek, un holandés nacióen 1632, descendiente de una familia muy respetable, fabricantes de cestos y cerveza. Se sabe muy poco sobre él entre los 20-40 años. Se cree que a los 21 años, a Leeuwenhoek le despertó una extrañaafición a tallar lentes con los cuales podía ver cosas con un aumento bastante grande. Nadie se imaginó que de aquí en adelante, se inventaría el microscopio.
Leeuwenhoek vivía solo para sus lentes ycrisoles, lo único que le importaba era encontrar la manera de fabricar una lente inferior a tres milímetros, tan simétrica, tan perfecta que le permitiera observar las cosas más pequeñas enormementeagrandadas y con una nitidez fantástica.
Este holandés era muy inculto, pero el único que en toda Holanda sabia fabricar estas lentes tan maravillosas y el mismo decía: “Hay que perdonarles vista suignorancia”. Leeuwenhoek no tenía más deseo que examinar todo lo que caía en sus manos, examinó las fibras musculares de una ballena, las escamas de su propia piel, ojos de buey (quedando maravilladopor la estructura del cristalino), lana de oveja, pelos de castor y liebre, entre muchas cosas más.
Cuando Carlos II subió al trono el “Invisible College” salió de la penumbra y se convirtió en la...
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