Chimpancés
Imagina por un segundo que eres un europeo del siglo XVII: nunca has visto un gran simio, has escuchado a los viajeros contar historias de hombres salvajes quehabitan tierras lejanas, un buen día tienes frente a ti a un ser cuyas formas te recuerdan la forma humana, un ser que se sienta a la mesa, despliega su servilleta, se limpia los labios, come concuchara y tenedor, se sirve en un vaso y bebé de él. ¿Qué piensas? ¿Cambia esto tu forma de entender al ser humano?
En su texto, El descubrimiento europeo de los póngidos[1] y sus repercusiones en lafilosofía ilustrada, Jorge Martínez Contreras nos lleva a un viaje por las reflexiones de Georges Louis Leclerc, conde de Buffon tras el descubrimiento europeo de dos de los grandes simios, el chimpancé yel orangután.
Entre el siglo XVI y el XVIII, los marineros europeos compraban crías de orangutanes y chimpancés, que de sobrevivir al viaje eran revendidas en Europa. El parecido entre ambas especieses tal, que los naturalistas de la época, incluido Buffon, consideraron que eran variedades de una misma especie a la que llamaron orangután[2].
Más allá de esta confusión, que fue resuelta hasta elsiglo XIX, era inevitable no percibir la semejanza de estas crías con los infantes humanos, sobre todo con los europeos, entre los que abundan los niños pelirrojos. Al respecto, Martínez Contrerasmenciona:
Sabemos ahora, gracias a la teoría evolutiva y a la genética moderna, por qué los pequeños de estas dos especies de póngidos, englobadas entonces bajo el nombre de jocko, son tan cercanos fenotípicamente y por qué se parecen de manera asombrosa a los bebes humanos: compartimos un mismo ancestro que vivió hace aproximadamente seis millones de años. La información contenida en nuestros...
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