Cnfesion
Páginas: 7 (1602 palabras)
Publicado: 4 de mayo de 2012
No, no voy a hablar de los casos de pederastia. Son algo inexpresablemente horribles pero, al menos, son poquísimos en comparación con el número total de sacerdotes. Voy a hablar de algo mucho más extendido, que me resulta más cercano y cuyas consecuencias he sufrido en multitud de ocasiones.
Los católicos no se están confesando y me fastidia cuandoatribuyen este problema a los fieles. Ya he oído a muchos sacerdotes decir lo mismo: “es que la gente no viene a confesarse”, “prefieren otras cosas”, “no nos ven como intermediarios ante Dios”, “creen que no tienen pecados. Leer o escuchar este tipo de cosas me da mucho coraje. ¡Curas sinvergüenzas! Si no me lo desaconsejaran la caridad cristiana y el respeto debido a los ungidos del Señor, añadiríaun párrafo entero de insultos. O dos, que el papel es barato, sobre todo el virtual.
La razón principal por la que no se confiesa la gente es porque los curas no se ponen a confesar. En muchas parroquias absolutamente nunca. En otras, tienen los mismos horarios de confesión cuando los fieles están trabajando que cómodo no. Luego son unos mentirosos al poner en una hoja parroquial que hayconfesiones media hora antes de cada Celebración Eucarística y llegan a la parroquia faltando 5 minutos para comenzar, hipócritas. ¡Curas sinvergüenzas! Si de verdad les interesara que los fieles recibiesen el perdón de Dios, pondrían todas las facilidades posibles. ¿Qué centro comercial subsistiría con un horario así? Pero, claro, es que a los centros comerciales les interesa vender, mientras que,para gran número de sacerdotes, la confesión no es más que una molestia.
También existe otra variante que aún me resulta más desvergonzada. “En las parroquia no hay costumbre de usar el confesionario. Si alguna persona quiere confesarse, lo dice antes de la misa y nos sentamos en una parte de la iglesia". ¡Curas sinvergüenzas! Para el común de los mortales, confesarse resulta difícil yhumillante. Pero si, para ello, primero hay que dirigirse a la sacristía, buscar al sacerdote, interrumpirle, pedirle delante de otras personas que deje lo que está haciendo y venga a confesarnos, soportar las miradas de la gente… la dificultad y la humillación crecen hasta hacerse, en la práctica, insalvables para el común de los mortales.
Por supuesto que es mejor confesarse con un sacerdote que a unole conozca, cara a cara y en una conversación más amplia. Pero eso no se le puede exigir a nadie. A nadie. Los sacerdotes no son dueños del sacramento de la confesión, de manera que puedan imponer cargas adicionales de su invención a los penitentes. El confesionario, por muy antiguo y pasado de moda que pueda parecerles a algunos, está pensado para proteger a los fieles de las originalidades y lastonterías de los curas.
Otra cosa la “jerarquía” hubiera prohibido las confesiones comunitarias (se refiere, por supuesto, a esos paripés en los que no hay confesión, sino sólo una ilegítima e inválida absolución general, no a las celebraciones comunitarias con confesión individual). ¡Curas sinvergüenzas! Esas absoluciones generales han alejado a más gente de la confesión que una legión dedemonios. Sustituyeron de hecho la necesidad de reconocer sinceramente las propias culpas ante Dios y ante la Iglesia, recibiendo el perdón objetivo de Dios, por un acto social facilón e impersonal, acompañado de un mero malestar bastante vago por el hecho de no ser perfectos.
Mi experiencia me dice que, cuando los sacerdotes están en el confesionario, los fieles acuden a confesarse. He estado enmuchas colas para confesarme y sé lo que digo. Y lo he visto en parroquias en las que un párroco no confesaba nunca y, cuando vino el siguiente que sí se ponía a confesar y no ponía obstáculos, la gente retomó la confesión, porque estaba deseando hacerlo.
Sin duda, incluso con las mejores condiciones del mundo, se confiesa hoy menos gente que hace cincuenta años, pero eso no me extraña nada,...
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