Cocori
Carlos Rubio*
ABSTRACT
This article attempts to establish dialogues between literature and education from Cocorí reading in primary-school.
A brief historical review of the origins of children literature in the Escuela Normal de Costa Rica and the fundamental
role of Joaquín Gutiérrez as the ideologist behind this institution is offered. García Monge’s work isstood out along
with that of the children literature writers developing by his side. This context is the framework of analysis of the
incidence of compulsory reading in primary school and the formation of reading habits among younger generations.
Key words: children literature, literature-education dialogism.
RESUMEN
A partir de la lectura de Cocorí en el contexto escolar, el artículointenta establecer diálogos entre literatura y
educación. Se hace una breve reseña histórica a los orígenes de la literatura “infantil” costarricense en la Escuela
Normal de Costa Rica y del papel fundamental de Joaquín García Monge como ideólogo de la misma. Se destaca la
obra de Joaquín Gutiérrez dentro del grupo de escritores que elaboraron textos dirigidos a niños y que se formaban al
lado deGarcía Monge. Tal contexto sirve como marco para analizar la incidencia de la lectura obligatoria en el
contexto escolar y la formación de hábitos lectores en las más jóvenes generaciones.
Palabras clave: Literatura infantil, dialogismo literatura-educación.
* Licenciado en educación. Profesor de Literatura Infantil en la Escuela de Formación Docente de la Facultad de Educación en laUniversidad de Costa Rica
y la División de Educación Básica del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la
Universidad Nacional. Apartado postal: 12715 -1000.
Página en la Internet: www.carlosrubioescritor.com68 KÁÑINA
conocimientos. Y aunque, las tendencias pedagógicas del siglo XX se inclinaron a educar en
forma integral y no sólo a fomentar la retención
de datos, no debe perdersede vista que los educadores buscamos el aprendizaje de un cuerpo
de conocimientos, inserto dentro de un curriculum que, a su vez, está enmarcado políticamente. Con la literatura no ocurre eso. Nadie lee un
poema, un cuento o una novela para adueñarse
de conocimientos. Coincido con Pennac (1995:
101) en que el derecho fundamental del lector
es el disfrutar el texto y no, necesariamente,aprender de él. El discurso educativo, como
bien lo sabemos, puede someterse a procesos de
medición y evaluación, mientras que el discurso
literario no puede ser evaluado, menos medido,
pues está formado por saberes que pueden ser
leídos desde múltiples posturas. De hecho, cada
estudio literario podría ser visto como una reescritura del texto original, una vuelta a la palabra, una continua einfinita construcción de discursos. Para Borges (1993), es imposible
enseñar literatura pues tal como lo dijera en su
conferencia “La poesía”, quienes sienten escasamente la poesía, se dedican a enseñarla. Y la
poesía “no es enseñable” porque para poder
“sentir” su feliz ambigüedad hay que percibir lo
alado, etéreo y misterioso que difícilmente puede atraparse en las definiciones de diccionariosy crestomatías. La poesía –y la literatura en sí
misma– no se puede enseñar porque constituye
un acto, esencialmente, amoroso. Y el amor só-
lo se puede sentir intensamente, no es posible
enseñarlo con la ayuda de una colección de antologías y de doctas clases impregnadas por la
razón. Graciela Montes (1999: 89) lo señala claramente:
A la escuela la sorprende y la sobresalta la literatura,no sabe bien dónde ponerla, qué hacer con ella; a veces parece que la llevara en brazos como un paquete
engorroso, trastabillando con él, dejándolo caer por
cualquier sitio.
Por eso, durante unos minutos compartiré
algunas reflexiones generadas en el Proyecto de
Investigación El efecto de la lectura de textos literarios en los hábitos lectores de estudiantes de
Segundo Ciclo en la...
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