Conciencia-james
William James (1905)
Traducción castellana de Oihana Robador (2004)
Comunicación presentada (en francés) en el V Congreso Internacional de Psicología, Roma, 30 de abril de 1905. En una nota introductoria advierte William James que "esta comunicación es el resumen, forzosamente condensado, de ideas que el autor ha expuesto a lo largo de estos últimos meses, en unaserie de artículos publicados en el Journal of Philosophy, Psychology, and Scientific Methods, editado por M. Woodbridge (Nueva York, 1904 y 1905)".
Me gustaría comunicarles algunas dudas que me han surgido sobre el tema de la noción de Conciencia que reina en todos nuestros tratados de psicología.
Definimos habitualmente la Psicología como la Ciencia de los hechos de la Conciencia, ode los fenómenos, o incluso de los estados de la Conciencia. Que admitamos que ésta depende de yoes personales, o que la consideremos impersonal a la manera del "yo trascendental" de Kant, de la Bewusstheit o del Bewusstsein überhaupt de nuestros contemporáneos alemanes, esta conciencia es considerada siempre como poseedora de una esencia propia, absolutamente distinta de la esencia de las cosasmateriales, que tiene el misterioso don de representar y conocer. Los hechos materiales, tomados en su materialidad, no son experimentados, no son objetos de experiencia, no se refieren. Para que éstos adquieran la forma del sistema en el que sentimos vivir, es necesario que aparezcan y a ese hecho de aparecerse, añadido a su existencia bruta, se le denomina la conciencia que tenemos de ellos, oquizá, según la hipótesis panpsiquista, la conciencia que ellos tienen de sí mismos.
He aquí ese arraigado dualismo que parece imposible de alejar de nuestra visión del mundo. Este mundo puede existir perfectamente en sí, pero nosotros no podemos saber nada de él, ya que para nosotros es exclusivamente un objeto de experiencia, y la condición indispensable para ello es que sea referido conpruebas, que sea conocido por un sujeto o sujetos espirituales. Objeto y sujeto, he aquí las dos piernas sin las que parece que la filosofía no sabría dar un paso adelante.
Todas las escuelas están de acuerdo sobre este asunto, la escuela escolástica, el cartesianismo, el kantismo, el neo-kantismo, todas admiten el dualismo fundamental. El positivismo o el agnosticismo de nuestros días, que se jactade reedificar las ciencias naturales, se da con mucho gusto, es cierto, el nombre de monismo. Pero éste no es sino un monismo verbal. Enuncia una realidad desconocida, pero nos dice que esta realidad se presenta siempre bajo dos "aspectos", un lado consciente y un lado material, y esos dos lados permanecen tan irreductibles como la extensión y el pensamiento, atributos fundamentales del Dios deSpinoza. En el fondo, el monismo contemporáneo es spinozismo puro.
Ahora bien ¿cómo se representa esta conciencia de la que todos somos tan dados a admitir su existencia? Imposible definirla, se nos dice, pero todos tenemos una intuición inmediata: en primer lugar la conciencia tiene conciencia de sí misma. Pregunten a la primera persona que se encuentren, hombre o mujer, psicólogo o ignorante, yles responderá que se siente pensar, disfrutar, sufrir, desear, de la misma manera que se siente respirar. La conciencia percibe directamente su vida espiritual como una especie de corriente interior, activa, ligera, fluida, delicada, diáfana por así decir, y absolutamente opuesta a lo que sea materialmente. En suma, la vida subjetiva no parece ser solamente una condición lógicamente indispensablepara que haya un mundo objetivo que aparezca, se trata aun de un elemento de la experiencia misma que nosotros experimentamos directamente, del mismo modo que experimentamos nuestro propio cuerpo.
Ideas y Cosas, ¿cómo entonces no reconocer su dualismo? Sentimientos y Objetos, ¿cómo dudar de su heterogeneidad absoluta?
La llamada psicología científica admite esta heterogeneidad como la...
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