Conductismo
“La Psicología es la Ciencia de la Vida Mental, tanto de sus fenómenos como de sus condiciones. Los fenómenos son lo que llamamos sentimientos, deseos, cogniciones, razonamientos, decisiones, y cosas por el estilo.” (1890: 1). Así se expresaba William JAMES en sus Principios de Psicología, quizás el libro de texto más importante y más ampliamente citado en la historia de lapsicología. James pensaba que la psicología habría acabado su tarea cuando se “cerciorara de las correlaciones empíricas entre los numerosos tipos de pensar o sentir y las condiciones particulares del cerebro” (1890: vi).
A pesar de su propio interés primario por la experiencia mental consciente, James predijo que “los datos asumidos por la psicología, al igual que los asumidos por la física y lasdemás ciencias naturales, deben a veces ser revisados” (1890: vi). James no predijo, sin embargo, que sólo algunos años después de la publicación de sus Principios, tal revisión a fondo estaría en plena marcha. Ni previó que el impacto de esa revisión llegaría a ser tan revolucionaria y controvertida casi un siglo después. Conductismo es el nombre otorgado a este dramático desplazamiento de lapsicología de ser concebida como ciencia de la vida mental a serlo como ciencia de la actividad manifiesta.
John B. Watson suele ser considerado como el iniciador del conductismo; seguramente su artículo de 1913, “La Psicología tal como la entiende un conductista”, proporcionó los argumentos para el conductismo en su forma más dramática y contundente. Otros estudiosos, sin embargo, habían yaallanado el camino para el conductismo. Entre ellos, H.S. Jennings, biólogo y colega de Watson en la Universidad Johns Hopkins, quien de forma metódica y menos polémica propugnaba un enfoque conductista para la psicología en su libro de 1906, La conducta de los organismos inferiores. Los puntos de vista de Jennings sobre la ciencia de la psicología sirven aún como una adecuada introducción a laspremisas y métodos del conductismo.
Tal como hacía Watson, Jennings estudiaba la conducta de animales no humanos. El interés por los animales no humanos e incluso por los bebés humanos plantea límites muy reales a los modos más fáciles que tenemos de entender los fenómenos psicológicos del pensar y el sentir: la INTROSPECCIÓN, por ejemplo, a la que Edward B. Titchener (1896) consideraba como el métododistintivo de la psicología. Sin el registro verbal, ¿cómo podremos pretender haber conseguido nunca el acceso a la vida mental de otros organismos? Por lo demás, y dado que pedimos a otras personas que nos cuenten sus pensamientos y sentimientos privados, ¿por qué habríamos de confiar en que estén dispuestos o sean capaces de hacerlo?
Jennings adoptó una postura decididamente precavida en loreferente al mundo privado de los pensamientos y sentimientos conscientes. “El aspecto consciente de la conducta es sin duda del mayor interés. Pero somos incapaces de tratar directamente con él por el método de la observación y el experimento... Las aseveraciones respecto a la conciencia en animales, sean afirmativas o negativas, no son susceptibles de verificación” (1906: v). Contrariamente a laspretensiones de sus críticos, la mayoría de los conductistas, como Jennings, no negaban ni la existencia ni la importancia de la CONCIENCIA; antes bien, mantenían que los datos privados no pueden ser objeto de una ciencia pública.
Habiendo considerado que la investigación introspectiva de la conciencia es una metodología impracticable en una ciencia objetiva, Jennings ofrecía una alternativanueva a la ciencia de la vida mental: una ciencia de la actividad manifiesta. “Aparte de su relación con el problema de la conciencia y su desarrollo, los procesos objetivos de la conducta son en sí mismos del mayor interés” (1906: v).
Jennings advirtió que la conducta había sido históricamente tratada como la hermanastra olvidada de la conciencia. El tratamiento de la conducta de forma...
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