Constitucional
No es desconocido para el historiador y el constitucionalista el hecho de que, después de la decadencia de la cultura griega y romana, y durante el medioevo, el monarca absoluto siguió concentrando en su persona el poder soberano y ejerciendo, en consecuencia, un tipo de funciones que hasta el momento no se había planteado que seescindieran; el monarca lo era por "gracia de Dios" y con ello su representación no se cuestionaba.
Es con la consolidación del constitucionalismo moderno y la conformación del denominado Estado liberal de derecho1 en el siglo XVIII, que el principio de la división de poderes se erige como uno de sus dogmas políticos, consecuencia de experiencias históricas y de una evolución paulatina que va dela transición del Estado estamental al Estado democrático liberal en Inglaterra,2 pasando por las constituciones de los estados norteamericanos, hasta a su formulación clásica y más prístina en el artículo 16 de la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,3 reflejando in toto, la más pura manifestación del racionalismo liberal en contra del "absolutismo monolítico de lamonarquía".
Desde el contenido del Estado de derecho, y en virtud de las elaboraciones doctrinales del derecho positivo y de la teoría jurídica, el principio tratado en esta sede se ha venido entendiendo en un doble sentido, primero, en tanto uno de los elementos característicos del propio Estado de derecho4 y de su Constitución como pacto político en el que confluyen las fuerzas políticas de esaforma de Estado y, segundo, como una de las garantías en favor del catálogo de derechos propios del constitucionalismo liberal, posible sólo, al decir de Manuel García Pelayo, gracias a la estructuración de la Constitución con arreglo a un esquema racional,5 tanto desde el punto de vista técnico, como axiológico.
Técnico, en virtud de que los órganos y actos que ellos despliegan tienden a lograr unaunidad de acción; axiológico, en tanto que órganos y actos tienden a la realización de un valor, a saber: el mantenimiento de un Estado de derecho garante de las libertades fundamentales de los individuos.
Rectamente entendido, al principio de la división de poderes subyace, tanto en su sentido histórico como ideológico, un telos: evitar la concentración de poder en manos, esencialmente, deltitular del Ejecutivo.
Tal afirmación puede ser constatada, en perspectiva, a través de la elaboración del constitucionalismo inglés de un sistema de pesos y contrapesos (checks and balances) y la formulación clásica de Charles de Secondant, barón de la Brède y de Montesquieu, cuyo pensamiento, basado en gran medida en las elaboraciones teóricas de los ingleses Harrington, Locke y Bolingbroke,6 puedeser sintetizado, siguiendo a García Pelayo,7 en dos postulados fundamentales, a saber:
a) "Cada función capital del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) ha de tener un titular distinto (poderes)".
b) "En el marco de esta separación, los poderes se vinculan recíprocamente mediante una serie de correctivos y de vetos (statuer y empêcher)"; en donde la facultad de statuer (derecho defiscalización) denota el derecho de ordenar por sí mismo o de corregir lo que ha sido ordenado por otro (órgano constitucional en el cual se deposita una de las facultades del Estado), mientras que la facultad de empècher (derecho de veto), implica el derecho de anular la resolución tomada por otro (órgano).
Los anteriores postulados podrían expresarse, en una reconductio ad unum, en la famosa sentenciadel barón de la Brède y Montesquieu: que el poder detenga al poder. Al decir de Montesquieu todo estaría perdido: "si el mismo hombre o el mismo cuerpo de principales o de nobles o del pueblo ejercieran estos tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los crímenes o las diferencias entre los particulares".
Es incuestionable la aportación de...
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