Creador Del Cielo Y Tierra
Cualquier persona moderna que, bien por devoción o por simple curiosidad, abre la Biblia por su primera página, se topa con un conjunto de afirmaciones que le invitan al momento a retroceder cronológicamente años y siglos, y le hacen recordar nombres tan fundamentales para la vida del mundo como Darwin, Galileo, Copérnico, e incluso rememoraracontecimientos tan nucleares de este milenio como el descubrimiento de la teoría del Big Bang.
Cuando el curioso o devoto lector deja hablar al relato bíblico de Gn 1-2,4a, la música que éste desprende no está compuesta por notas científicas o filosóficas, sino por notas eminentemente religiosas. Si la Biblia afirma que al principio creó Elohim los cielos y la tierra, es porque ésta se preocupaseriamente por aquello que tiene relación con el hombre y su mundo. Es más, el primer capítulo del libro del Génesis, que no quiere invadir otros campos ajenos a su competencia, no niega de ninguna manera que el filósofo o el científico puedan hacerse las siguientes preguntas: ¿por qué existe algo y no nada?; ¿había alguna cosa antes de la primera explosión? La Biblia no se decide, pues, por ningúnmodelo o teoría cósmica.
Así pues, si las primeras páginas bíblicas nos conducen por caminos religiosos, la pregunta por el lugar al que nos enfocan y dirigen parece pertinente: lo que el redactor de ellas quiere afirmar es que la primera y la última seguridad del hombre y del mundo es precisamente Dios. Dios, nos dice la Biblia, no es ni un arquitecto ni un relojero que todo lo ensambla; es másbien el aliado del hombre, que le comunica todas sus bendiciones. Dicho con palabras del llorado Juan Luis Ruiz de la Peña, Gn 1 es la página inicial de historia de salvación.
Las líneas que siguen van a tratar de hacer hincapié en lo que acabamos de afirmar, intentando presentar algunos rasgos del estrecho vínculo existente entre Dios y el hombre.
1. El exiliado cristiano moderno
Si tenemossolamente en cuenta la información que nos da el profeta Jeremías, el grupo de los dirigentes y artesanos deportados a Babilonia por Nabucodonosor en el catastrófico año 587 (o 586) a.C. fue poco numeroso. El asedio y la destrucción de Jerusalén precedieron a la deportación. Los babilonios hicieron una brecha en el muro de Jerusalén, derrotaron y depusieron al rey, saquearon la ciudad e incendiaron eltemplo.
Además de la crisis material y política (pérdida de la independencia) que supuso la caída de Jerusalén en manos de Babilonia, dicho acontecimiento trajo consigo una profunda transformación en la vida del hombre religioso y piadoso de Israel. El siempre despierto e inconformista pueblo de Israel se preguntó abiertamente: ¿qué ha pasado con las promesas que Yahvé hizo a nuestro padreAbraham?; ¿sigue siendo bueno aquel que dio a nuestro padre esta tierra de la que nos tenemos que marchar?
A estas y otras preguntas trató de responder la redacción sacerdotal del Pentateuco (P), del que el relato de la creación mencionado más arriba (Gn 1-2,4a) forma parte, subrayando que la elección de Yahvé era eterna e indiscutible: ningún acontecimiento del tipo que fuera, ni siquiera el molesto einsoportable exilio, podía alterar la convicción de que Dios permanecía siempre fielmente al lado de su pueblo.
Así pues, en medio de un ambiente de desánimo, dudas e incertidumbres nace la fe de Israel en la creación. El Documento sacerdotal (P) trata de infundir ánimo y esperanza, afirmando que Yahvé es todopoderoso.
Quizá se pregunte el lector el porqué de lo escrito hasta ahora en esteapartado. Probablemente el título del mismo le puede dar ya alguna pista, alguna orientación: ¿no le ocurre al cristiano moderno, el que está a las puertas del segundo milenio, lo mismo que le ocurría al primitivo israelita en la época del destierro?; ¿no puede ser ello motivo suficiente para decir que el hombre del 2000 está también en el exilio?
Ciertamente, no deja de ser verdad que el hombre...
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