Cuentas
Para ello, simplemente utilizó su cerebro.(EL PAÍS/El Mundo)
DAVID ALANDETE - Washington
El pasado jueves 10 de enero, un mono que estaba en Estados Unidos hizo que unrobot se levantara y caminara en Japón. Para ello, simplemente utilizó su cerebro.
Idoya, el simio entrenado por científicos de la Universidad de Duke para este experimento, selimitó a hacer lo que ha hecho durante tres días a la semana desde hace dos meses: caminar erguida en una cinta de correr.
La novedad en esta ocasión fue que Idoya tenía implantados ensu cabeza unos electrodos que registraban la actividad de 300 de sus neuronas. "Detectamos qué neuronas entraban en acción cuando movía las caderas, cuáles lo hacían cuando movía lospies, y qué otras anticipaban sus movimientos", explica a EL PAÍS Miguel Nicolelis, neurólogo a cargo de este experimento.
Nicolelis y sus colegas grabaron a Idoya en vídeo y combinaronesta imagen con la información de su actividad cerebral. Con un programa informático creado por ellos mismos, se dieron cuenta de que podían predecir los movimientos de Idoya cuatrosegundos antes de que se produjeran y con una precisión del 90%.
Mientras tanto, el robot CB, diseñado por Gordon Cheng, esperaba en el Laboratorio de Neurociencia Computacional de Kioto.Este artilugio está diseñado especialmente para imitar la locomoción humana. Cuando se conectó con Idoya, el robot comenzó a caminar, imitando sus pasos. Al mono se le enseñaba laactividad del robot en una pantalla. Cuando el humanoide se ponía en marcha al mismo ritmo que ella, Idoya recibía una recompensa: cereales.
La información de ida y la de vuelta tardabanun cuarto de segundo en llegar a sus destinos. Tal era la rapidez de las comunicaciones que el simio y el robot llegaron a moverse de forma totalmente idéntica, como si fueran uno solo.
Regístrate para leer el documento completo.