Cuentos...
Después de un largo viaje desde Boston, el apuesto Philip Winthrop llega a la decadente mansión de los Usher para pedir la mano de su prometida, la joven Lady Madeline.
Una vez allí, el hermano de la chica, el extravagante Roderick Usher le advierte a su invitado de que debería reconsiderar su decisión ya que la familia sufre una terrible maldición.
Todos susparientes han padecido una dolorosa afección de los sentidos que los ha llevado a la locura. A pesar de ello, Philip decide quedarse y seguir adelante con los planes.
LOS CRIMENES DE LA CALLE MORGUE
n abril de 1841, la revista “Graham”s Magazine” publicó por primera vez un cuento de perfil policial con dosis de terror que su creador, el escritor estadounidense Edgar Allan Poe, dio a conocerbajo el título de “Los crímenes de la calle Morgue”.
La historia narrada en este relato gira en torno al brutal asesinato de Madame l”Espanaye y su hija Mademoiselle Camilla, un crimen cometido en un departamento ubicado en la rue Morgue, una frecuentada calle parisina. En un principio, las investigaciones policiales parecen fracasar, aún cuando las personas que prestaron su testimonio (entre lascuales se encontraba una lavandera, un estanquero, un banquero, un gendarme y un médico) intentaron aportar pistas de interés para esclarecer este macabro episodio que, como era de esperarse, no tardó en convertirse en noticia.
Sin embargo, el panorama desalentador cambia de rumbo una vez que Monsieur C. Auguste Dupin, un detective aficionado, comienza a buscar indicios y a relacionar datos conel fin de develar este misterio que tiene a Adolphe Lebon encarcelado por haber sido el último individuo en ver a las víctimas con vida, y es así como, con ingenio y sagacidad, llega a ofrecer una extraordinaria explicación que, finalmente, demuestra que el señor Lebon había sido acusado de manera injusta ya que, de acuerdo a la deducción de Dupin, el responsable de los crímenes no puede ser, bajoninguna circunstancia, un humano.
Cabe destacar que, antes de pasar a contar la trama de “Los crímenes de la calle Morgue”, Poe dedica varios párrafos a aquellas facultades mentales que suelen considerarse como analíticas y, a partir de entonces, comienza a narrar en primera persona, el primer encuentro en París con Dupin, a quien describe como un joven perteneciente a una ilustre familia que,por diversos motivos, se había sumido en la pobreza.
EL RETRATO OVAL:
El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron sus altivas frentes en medio de los Apeninos, tanto en la realidad comoen la imaginación de Mistress Radcliffe. Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos de tapicerías y adornadoscon numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo, encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco. Me produjeron profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción de rincones que la arquitecturacaprichosa del castillo hacía inevitable; hice a Pedro cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente...
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