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Más tarde, retirado al campo, se convirtió en un gran estanciero de la Pampa bonaerense, manteniéndose alejado de los sucesos revolucionarios de 1810. En 1813, pese a la oposición materna —que venció al hacer creer a su madre que la joven estaba embarazada — se casó con Encarnación Ezcurra, con quien tuvo tres hijos: Juan, un hombre mediocre y poco inteligente, María, muerta de niña, y Manuelita, nacida en 1817, que luego sería su compañera inseparable.
Al poco tiempo devolvió a sus padres los campos que administraba para formar sus propios emprendimientos ganaderos y comerciales.Fue administrador de los campos de sus primos Anchorena, y fundó un saladero en sociedad con Luis Dorrego, hermano del coronel Manuel Dorrego. Bien pronto quedó claro que era el negocio del momento: la carne salada y los cueros eran casi la única exportación de la joven nación. Acumuló una gran fortuna como ganadero y exportador de carne vacuna, distante de los acontecimientos emergentes queconducirían al virreinato del Río de la Plata a la emancipación del dominio español en 1816.
Por esos años conoció al doctor Manuel Vicente Maza, quien se convirtió en su patrocinador legal, en especial en una causa que sus propios padres habían entablado contra él. Más tarde sería un excelente consejero político.
En 1818, por presión de los abastecedores de carne de la capital, el director Juan Martínde Pueyrredón tomó una serie de medidas en contra de los saladeros. Rápidamente, Rosas cambió de rubro: se dedicó a la producción agropecuaria en sociedad con Dorrego y los Anchorena, que también le encargaron la dirección de su estancia Camarones, al sur del río Salado.
Al año siguiente compró la estancia Los Cerrillos, en San Miguel del Monte. En su estancia en la Laguna de Monte organizó unacompañía (aumentada al poco tiempo a regimiento) de caballería, los “Colorados del Monte”, para combatir a los indígenas de la zona pampeana. Fue nombrado su comandante, y alcanzó el grado de teniente coronel.
Por esos años escribió sus famosas "Instrucciones a los mayordomos de estancias", en la que detallaba con precisión las responsabilidades de cada uno de los administradores, capataces ypeones. Allí demostraba su capacidad para administrar simultáneamente varias explotaciones, con métodos muy efectivos, en un anticipo de su futura capacidad para administrar el estado provincial.
Hasta 1820 se dedicó a sus actividades privadas. Desde ese año hasta la batalla de Caseros, en 1852, consagraría su vida a la actividad política, liderando —ya en el gobierno o fuera de él— la provincia deBuenos Aires, que contaba no sólo con el territorio productivo más rico de la naciente Argentina, sino con la metrópolis más importante (la ciudad de Buenos Aires) y el puerto que concentraba el comercio exterior de las restantes provincias, así como el control de la aduana. En relación a estos recursos se desarrollaron gran parte de los conflictos institucionales y las guerras civiles del sigloXIX en la Argentina, controlados hasta la caída de Rosas por la provincia de Buenos Aires.
Luego de la batalla de Caseros, Rosas se exilió en Gran Bretaña, en una granja en las cercanías de la ciudad de Southampton. Murió en el exilio el 14 de marzo de 1877, acompañado por su hija Manuelita. Sus restos fueron repatriados a la Argentina el 1 de octubre de 1989 y reposan actualmente en el panteón...
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