DALY FARLEY CAPITULO 20
PRINCIPIOS GENERALES PARA EL DISEÑO DE POLÍTICAS
Escuchando a muchos economistas y aún a los hacedores de política, con frecuencia se podría tener la impresión de que el rol del gobierno es solamente crear las condiciones que permitan que los mercados funcionen. El argumento es que no solamente los mercados son la mejor institución disponible para asignar recursos escasos a finalcanzar nuestros objetivos deseados, sino que también son la mejor forma de determinar cuáles son nuestros objetivos. Después de todo, si el mero acto de comprar y vender revela las preferencias de las personas, la tarea de los economistas y de los hacedores de política es simplemente permitir a los mercados satisfacer esas preferencias. Pero sabemos que éste no es el caso. Los mercados pordefinición pueden revelar las preferencias solamente para los bienes de mercado, pero muchos de los bienes y servicios que acrecientan el bienestar humano no son bienes de mercado. Así, no solamente los mercados fracasan en revelar las preferencias por estos recursos, sino que también fracasan en asignarlos efectivamente.1 Los mercados también fracasan en el tratamiento de los problemas de escala ydistribución. En consecuencia, el primer punto que debemos señalar en este capítulo es que el mercado no nos puede decir cuánto aire limpio, agua limpia, humedales saludables, o bosques saludables deberíamos tener, o qué nivel de riesgo es aceptable cuando el bienestar de las generaciones futuras está en juego. Tampoco nos puede decir qué es una distribución inicial deseable de propiedad de losrecursos.
LOS SEIS PRINCIPIOS DE DISEÑO
Ya hemos visto en el Capítulo 3 el punto todavía más fundamental de que, como mínimo, la política requiere dos presuposiciones filosóficas: primero, que hay alternativas reales (no determinismo); segundo, que algunos estados del mundo son realmente mejores que otros (no nihilismo). Examinaremos ahora seis principios generales de diseño de políticas, seguido poruna consideración de su secuencia apropiada y de cómo y dónde la intervención de política debería contravenir al mercado –esto es, en la cantidad o en el precio- en el extremo input o output del flujo de energía y materiales (throughput o transput). Finalizamos este capítulo con reflexiones adicionales sobre los derechos de propiedad. Luego, en los Capítulos 21-23, dentro de los lineamientos de losprincipios de diseño, ofreceremos algunas políticas particulares para promover una economía de estado estable –una que sea sostenible, justa y eficiente.
1. La política económica siempre tiene más de un objetivo, y cada objetivo independiente de política requiere un instrumento independiente de política.
Si existe solamente un objetivo, el problema es técnico, no económico. Por ejemplo,construir el motor más potente que sea posible es puramente un problema técnico. Pero construir el motor más potente que no sea demasiado pesado para propulsar un avión involucra dos objetivos, fuerza y poco peso, que tienen que ser optimizados en términos de un objetivo superior –hacer que el avión vuele. Este ya es un problema económico de optimizar la combinación de objetivos conflictivos, aun cuandolo hallamos en el área de la ingeniería.
En la política de la economía ecológica, tenemos tres objetivos básicos: escala sustentable, distribución justa y asignación eficiente. El economista holandés laureado premio Nóbel Jan Tinbergen introdujo el principio de que por cada objetivo independiente de política debemos tener un instrumento independiente de política.2 Uno tiene que ser muyafortunado para voltear dos pájaros de un tiro –casi siempre toma dos balas para voltear dos pájaros que vuelan independientemente. Por ejemplo, ¿deberíamos poner un impuesto a la energía y elevar su precio con el propósito de inducir un uso más eficiente, o deberíamos subsidiar la energía y bajar su precio para ayudar a los pobres? Esta pregunta es infructuosa e interminablemente debatida. Un...
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