De Los Delitos Y Las Penas
Anales del Seminario de Historia de la Filosofía
Vol. 19 (2002): 129-167
ISSN: 0211-2337
F. Nietzsche y la República de Platón
Arsenio GINZO FERNÁNDEZ
(Universidad de Alcalá)
Introducción
Difícilmente cabría exagerar la proyección de la República de Platón en
el decurso de la historia de la filosofía política. Tanto el pensamiento antiguo
ymedieval como el moderno ofrecen sobradas muestras de esta proyección.
Ello es cierto por lo demás tanto por lo que se refiere a la aceptación como al
cuestionamiento de que ha sido objeto dicha obra platónica. Así siempre que
se ha abordado el problema de la utopía política, el tópico acerca del optimo
statu reipublicae, el texto platónico aparece como referente cualificado1.
Pero también va aser objeto preferente de los ataques por parte de quienes
argumentan desde los imperativos del realismo político o bien desde las exigencias de una sociedad abierta y democrática2.
El comienzo mismo de la Modernidad es significativo a este respecto. A
la vez que Moro, al dar expresión a la moderna razón utópica, sintonizaba
abiertamente con Platón, Maquiavelo mostraba por el contrario surecelo ante
las veleidades utópicas: “muchos se han imaginado repúblicas y principados
que nunca se han visto ni se ha sabido que existieran realmente”3. De este
modo, platonismo y antiplatonismo se dan la mano a comienzos de la
Modernidad y ello ocurre de una forma especial al hilo de las concepciones
políticas. Tal ambivalencia va a persistir en la historia posterior de la filosofía
políticamoderna.
1 L. Firpo (ed.), Storia delle idee politiche, economiche e sociali VI, Torino, Utet, 1979,
p. 659.
2 Cf. H. Erbse, “ ‘Politeia’ und die modernen Antiplatoniker”, en Gymnasium 83 (1979),
pp. 169-191 ; M. Fernández - Galiano, “Platón hoy”, en Estudios clásicos 16(1972), pp. 269291.
3 El príncipe, Tecnos, Madrid 1988, p. 61.
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En este horizonte, aun cuando ello tenga lugar ya en el marco de una
determinada inversión del platonismo, la República va a seguir teniendo profundos valedores en el decurso del pensamiento moderno. Tal es en concreto
el caso de Kant y de Hegel que, desde diferentes perspectivas, coinciden en
tomarse en serio la República platónica,oponiéndose a fáciles descalificaciones.
Así Kant, en la Crítica de la razón pura, señala que mejor que proceder
a ese tipo de descalificaciones, sería esforzarse por indagar con mayor rigor
el fondo válido de la propuesta platónica. Aparecería así que “una organización de la máxima libertad humana de acuerdo con leyes que tienen como
consecuencia que la libertad de cada cual pueda coexistir con lade los
demás... es por lo menos una idea necesaria que tiene que servir de base no
sólo en el primer proyecto de una Constitución política, sino también en todas
las leyes, y al hacerlo así, es preciso prescindir en un principio de los actuales obstáculos que pueden surgir inevitablemente no tanto de la naturaleza
humana cuanto más bien de haber descuidado las genuinas ideas de lalegislación”4. Aunque la especie humana no pueda alcanzar la perfección, no
podemos señalar sin más sus límites porque es propio de la libertad poder
superar todo límite establecido. El ideal platónico expresado en la República
no ha de ser concebido entonces como una pura elucubración mental sino que
ha de ser considerada más bien como una especie de respublica noumenon
que ha de servir como referenteeterno de la respublica phanomenon que
intenta abrirse paso en las difíciles condiciones del mundo empírico5.
También Hegel rechaza la concepción según la cual la República platónica habría de ser considerada como el paradigma del “ideal vacío”6. El horizonte ya no es en este caso la apertura al deber ser y a la utopía tal como
ocurría en Kant. Para Hegel se trata más bien de negar una...
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