determinacion de la naturaleza proteica de las enzimas
EN AMERICA LATINA
Bernardo Kliksberg
I.
HORA DE SUPERAR LOS MITOS
El voluntariado es un enigma para muchos latinoamericanos. Su percepción del mismo es
incidida por fuerzas contradictorias. Por una parte la economía ortodoxa, modo de analizar las realidades
económicas que se ha presentado como “el único pensamiento posible en economía” y queejerció fuerte
influencia en las décadas del 80 y 90, lo hace ver como un actor secundario y marginal que poco puede
influir en la realidad. Los economistas convencionales no entienden que impacto puede tener un sector
que se mueve totalmente fuera del mercado, y cuyas unidades de producción no razonan en términos de
maximizar sus ingresos, ni siquiera con frecuencia de costo/beneficio, sino queutilizan continuamente
categorías éticas, y son movidas por estímulos morales.
La ortodoxia económica se pregunta: ¿qué clase de “homus economicus” es ese?.
¿Dónde están los incentivos que guían a todo productor de bienes?. Y si no tiene incentivos
económicos, ni actúa en el mercado, que se puede esperar de el. Será según ellos marginal, y además
ineficiente casi por definición.
Hayotros sectores diferentes con preocupación social, pero una mirada que desvaloriza todo
aquello que no sean cambios de fondo, suelen percibir al voluntariado como una actividad de caridad, sin
ningún efecto en la realidad, sin aportes a las transformaciones que se necesitan, y si bien no
reprochable humanamente, casi una perdida de tiempo.
Sin embargo, los hechos van en dirección contraria aestas formas de percibirlo. Pocos años
atrás un eminente cientista social brasilero Betinho, director de uno de los principales centros de análisis
del país, enfermó gravemente de SIDA en una época en donde todavía no había remedios eficaces.
Virtualmente sin esperanza, decidió dedicar todo lo que le quedara de vida a crear un gran frente
voluntario contra el hambre. Sesenta millones debrasileros acudieron a su llamado. Se conformó el
mayor movimiento de lucha contra el hambre de la historia de ese país. Pocos años después en la
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Argentina, al producirse del 2000 al 2002 una explosión de pobreza, generada por las políticas ortodoxas
aplicadas por la gestión gubernamental de los 90, millones quedaron fuera de la economía. A fines del
2002 el 58% de la población, y el 70% de losjóvenes estaban por debajo de la línea de la pobreza, y
gruesos sectores de la clase media, se habían convertido en pocos años en “nuevos pobres”, perdiendo
sus pequeñas y medianas industrias, sus fuentes tradicionales de trabajo y sin esperanza alguna. El
voluntariado a través de diversas expresiones se movilizó activamente. El número de voluntarios se
triplicó de 1998 al 2002, llegando asignificar la tercera parte de la población. Entre otras una
organización como Caritas protegió a 3 millones de personas en base a 150.000 voluntarios. La AMIA
cubrió con una red social a miles de familias de nuevos pobres apoyándose en varios miles de
voluntarios. La Red Social y otras organizaciones multiplicaron su membresía. Por otra parte emergió de
los nuevos pobres un fenómeno basado envoluntarismo, la economía de trueque, que dio respuestas
inmediatas en los peores momentos.
El mismo tipo de ejemplos puede citarse para la gran mayoría de los países de la región. Cabe
preguntarse ante ellos, ¿entonces es realmente marginal, ineficiente, pérdida de tiempo el voluntariado?.
¿Cómo se explica su gigantesco poder de convocatoria, particularmente entre los jóvenes, y sucredibilidad en una ciudadanía latinoamericana totalmente incrédula frente a los liderazgos tradicionales,
los partidos políticos, los líderes empresariales, y muchos otros grupos dirigentes?.
¿No será hora de revisar seriamente la visión convencional sobre el voluntariado y pasar a una
visión realista que permita explorar sus potencialidades, y movilizar esta fuerza latente, que se ha
manifestado...
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