Dialogos De Cine
Las personas nunca se descubren del todo por lo que dicen.(1)
Sabido es por todo aficionado que el cine nunca fue mudo. A la imagen en movimiento le hizo falta, desde su origen (a fines del siglo XIX) la apoyatura en el lenguaje. Con ambos elementos, el cine empezaba a transmitir su mensaje (dejemos de lado la intención simplemente “documental” de los hermanosLumière). El lenguaje tomaba su lugar siendo, en algunos casos, escaso y, en otros, hasta redundante. Pero la relación dialéctica entre imagen y palabras estaba pensada desde el cine primitivo. Como afirma Mitry(2)“la única ventaja del cine hablado fue que el texto –entonces oído- no rompía ya la unidad orgánica del film”; problema que, claramente, comportaban los intertítulos que interrumpían lasimágenes y, por tanto, las acciones. Dificultad ahora superada por una continuidad más orgánica y más concretas relaciones entre parlamentos, imágenes y acciones que en ellas se desarrollan. De modo que las malas películas mudas, llenas de intertítulos, son perfectamente comparables a las malas películas habladas cuya única elección artística parece la repetición constante o el refuerzo de lo que se vepor lo que se oye. Así, desde entonces el pleonasmo, se convertía en el principal enemigo del guionista.
Lo que debe importar no es, estrictamente, ni el significado ni la significación sino el continuo y armónico paso de lo no significado a lo significado, el deslizamiento de los sentimientos a lo intelectualizable a través de las palabras. Una traducción difícil de hacer y con más mediacionesque pasajes continuos. Claro está que el significado no está sólo en las palabras sino también en todos los otros componentes de la significación cinematográfica. Pero ya desde el diálogo hay muchos elementos a tener en cuenta: la cadencia, respecto de la forma en que habrán de decirse –cosa que el guionista puede indicar-, los gestos que acompañarán los diálogos, los silencios que resultenimportantes entre cada parlamento, etc.
Las palabras no son signos (3)
En todo caso, no son solamente signos. Según Jacques Derrida “no hay signo lingüístico anterior a la escritura”(4) . Sin embargo, podríamos decir que, si se advierte la referencia oral del texto escrito, tampoco existe un signo lingüístico después de la escritura. Aunque la palabra desencadena toda clase de cosas en laimaginación, una representación textual de una palabra no es una verdadera palabra. El pensamiento está integrado en el habla y no en los textos que adquieren significados mediante una asociación entre lo escrito y lo potencialmente oído. Lo que se lee en un texto, no son palabras reales sino símbolos codificados.
De la misma manera, podríamos pensar que las palabras de los parlamentos destinados a unpersonaje, no son palabras realmente tales hasta que no son “dichas”, “encarnadas” por el actor/personaje que es donde adquieren su verdadero significado, acompañadas de todos los otros elementos que tienen que ver con la oralidad; es decir, los gestos, los tonos, los estilos, las muletillas, la cadencia, etc.
¡El diálogo no es una conversación! (5)
Esta frase de McKee (6) hace clarareferencia a que el diálogo en el cine no debe reproducir la realidad. Tal como él explica, si la sustancia de una conversación oída a escondidas (escuchada detrás de una puerta, por ejemplo) está en el contenido de la misma, un guionista no reproduciría posiblemente los silencios y la sensiblería –si acaso aconteciere- con que tal escena se produce en la realidad. El guionista extractaría, al menos enprincipio, dos cosas: por un lado, la situación dramática de que una información provenga de una fuente “clandestina”, y por el otro, que el diálogo probablemente no reproduzca la realidad sino que incorpore elementos dramáticos que sean funcionales al relato (de esa escena y de la progresión dramática en general).
En otro ejemplo, McKee hace referencia a una situación en la que dos amigos se...
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