Edad Media
Nunca hubo una época de contraste más marcado que la Edad Media. Se ha dicho que lo más característico de ella fue la forma en que todas las cosas eran llevadas al extremo. Para El Santo, no había sacrificio demasiado duro, cuando se trataba de su religión, para el fuerte nada resultaba demasiado cruel tratándose del débil. Casi todos eran oinmensamente ricos o inmensamente pobres.
La vida era dura en aquellos tiempos. Lo era para todos, incluso para los reyes y señores; pero para los desheredados era tan cruel que Vivian poco menos que como animales y, en algunos aspectos, hasta peor que éstos. El hombre más pobre y desamparado era el villano o siervo. Su choza podía estar en un diminuto claro de un vasto bosque o cerca de las severasmurallas de un castillo o en las tierras de un monasterio. Pero dondequiera que estuviese, era, sin duda una de las tantas chozas de los siervos que trabajaban la tierra del señor, y su pobreza excedía a todo cuanto pudiera imaginarse.
El campesino de la Edad Media era, virtualmente, un bárbaro. Sabía hablar pero no sabía ni escribir. Su casa era un miserable tugurio, sin ventanas ni chimenea. Por lapuerta abierta entraban y salían algunos animales famélicos, que compartían la sombría vivienda de sus moradores humanos. La lluvia penetraba por el tejado, y el viento gemía en als anchas grietas de la pared. La casa era tan sucia como pobre, no tenia piso, salvo la dura tierra apisonada, y ese suelo estaba cubierto de desechos y desperdicios de toda clase. Generalmente, el propio suelo leservía de lecho, el hogar, situado a un costado era de barro seco. Ni el siervo ni sus familiares podían abandonar su mísera choza y marchar a vivir a la ciudad, porque eso sería violar la ley. El, su familia y todo lo que tuviera pertenecía a la tierra, y la tierra pertenencia a su señor, el dueño de su choza. Si la tierra cambiaba de manos todos ellos cambiaban con ella, como si fueran graneros oganado; ni siquiera podían casarse sin la autorización de su señor. Tenía que trabajar la tierra de su amo, así como las pequeñas franjas aisladas que llamaban suyas, y aparte de los animales que criara y de los cereales que cultivara debían de ir a manos del señor.
Su pequeña aldea era un diminuto mundo en sí mismo, el dominio del señor “feudo” les daba, a él y a su familia todo lo quenecesitaban, hasta la justicia se la impartía el señor, en su gran salón donde fallaban sus pleitos. Todo lo que necesitaba obtener del mundo exterior era sal y hierro y, ocasionalmente una piedra de molino, alquitrán para usarlo cuando las ovejas tuvieran sarna y unos pocos medicamentos como el alcanfor y el láudano. Y esta sencilla lista de cosas necesaria se compraba en la feria anual, que teníalugar en la ciudad vecina. Esa feria era la única oportunidad del pobre siervo de ver un poco de mundo el gran acontecimiento del año en su monótona ronda de incesante trabajo.
Los cuantiosos ingresos de los monasterios y castillos y las cortes de los reyes dependían del alimento que él producía con tonta trabajo. Pero, volviendo a la choza de Hugo Miller, prácticamente el único utensilio en quepodía cocinar su mujer era una enorme olla de hierro. Echaba en ella todo lo que había para comer un conejo, un lechón, y quizá un pollo o una paloma y lo hervía todo para hacer la comida. Las papas y la remolacha, los tomates y el maíz no se conocían en la Edad Media. El guisado se extraía con largas cucharas de madera y se colocaban sobre platos de madera o “trinchadores”, y había que desprenderla carne de los huesos con los dientes, porque no había tenedores. Lo mismo el rey que el campesino tomaban con la mano los trozos de carne y roían los huesos.
En el gran castillo, tanto los perfumes como las especies eran un lujo necesario. Y los perfumes no eran delicados como los que usan hoy las damas, eran perfumes fuertes, porque la gente de la Edad Media rara vez o nunca se bañaba. De...
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