Educacion
Miguel Valero-García, Luis M. Díaz de Cerio
Dept. d’Arquitectura de Computadors Escola Politècnica Superior de Castelldefels, Universitat Politècnica de Catalunya Avda. del Canal Olímpic, s/n 08860 Castelldefels (Barcelona) {miguel, ldiaz}@ac.upc.edu
Resumen
Allá donde se intentó implantar de formageneralizada, la evaluación continuada acabó por provocar frustración entre el profesorado, por diferentes razones, una de las cuales es el importante incremento de carga de trabajo debida a la corrección de los ejercicios de los alumnos. En nuestra opinión, se suelen mezclar dos aspectos que es importante separar: (a) Evaluación Formativa: evaluar e informar frecuentemente al alumno de forma cualitativa,sobre lo bien o lo mal que va en el curso (cuestión fundamental para el aprendizaje) y (b) Evaluación Calificativa: evaluar cuantitativamente y asignar calificaciones a las tareas, ejercicios, etc., a lo largo del curso (cuestión secundaria respecto al aprendizaje). Cuando se separan estos aspectos, es posible plantear sistemas de evaluación continuada que satisfacen el requerimiento fundamental:mantener informado al alumno, a un coste razonable para el profesor. En este trabajo se propone el uso de la autoevaluación y la coevaluación como sistemas de evaluación formativa a coste razonable, y se analizan las implicaciones de diferentes esquemas.
1.
Introducción: La promesa de la evaluación continuada (la teoría y la realidad)
Está ampliamente aceptado que un ingrediente de ladocencia de calidad es un sistema de retroalimentación que permita al alumno mantenerse puntualmente informado sobre su progreso (o falta de progreso) en el plan de aprendizaje [1]. Después de resolver un ejercicio, por ejem-
plo, un alumno necesita saber si lo ha hecho bien o mal, y por qué. Y necesita saberlo pronto, para poder tomar rápidamente las acciones correctoras necesarias. En otraspalabras, se trata de evitar que el alumno descubra el día del examen final (o peor aún, al conocer las notas del examen final) que ha entendido bien poca cosa del material del curso. A pesar de esta obviedad, no es fácil encontrar asignaturas con un buen sistema de evaluación continuada, especialmente cuando el número de alumnos por profesor es elevado. De hecho, una de las quejas más frecuentes delos alumnos es que no tienen una buena información sobre su progreso a lo largo del curso, y que con frecuencia se ven sorprendidos en los exámenes, cuando se pone en evidencia que su rendimiento real está muy por debajo de su predicción. La evaluación continuada ha sido un estandarte en materia de mejora de la docencia en muchos sitios. Así por ejemplo, fue uno de los ingredientes principales dela reforma de los planes de estudio en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), a inicios de los 90. Sin embargo, en muchos casos, y por razones de coste tanto desde el punto de vista del profesor como desde el punto de vista del alumno, los sistemas de evaluación continuada han ido simplificándose hasta convertirse en poco más de un examen parcial a mitad del cuatrimestre, y un último examenal final, con lo que el objetivo básico de la evaluación continuada (mantener bien informado al alumno sobre el estado de su aprendizaje) no se cumple. En este artículo proponemos una serie de ideas que pueden resultar de utilidad para orga-
nizar un sistema de evaluación continuada a un coste asumible. En concreto, en la siguiente sección separamos los dos conceptos clave que intervienen enla evaluación continuada: información continuada (evaluación formativa) y calificación continuada (evaluación calificativa). En la sección 3 proponemos dos técnicas para realizar la evaluación formativa con bajo coste y por tanto disminuyendo en global el coste de la evaluación continuada. En la sección 4 veremos cómo corresponden las técnicas propuestas respecto a los niveles de competencia...
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