Educacion

¿A DONDE VAN LOS MONJES?

En los grupos de autoayuda o más bien dicho los grupos de ayuda mutua, se juega un elemento fundamental, la presencia del “otro”, acompañado de un elemento sin precedente, la puesta en escena de “la palabra”.

La palabra emite su presencia por conducto de un programa de salud mental (los 12 pasos de AA) en un pequeño colectivo donde el lazo social facilita suaplicación. Hoy nos planteamos la pregunta: ¿que papel juega la experiencia del “Poder Superior”? en alusión a Dios en la práctica terapéutica.

Los asistentes a este tipo de grupos, poseen conductas que no han podido ser capaces de controlar con tratamientos convencionales, psicoterapia individual, psicoanálisis o terapia de grupo clásica. No ha existido la posibilidad de poner en juegola palabra, sino solo se pone en escena su ausencia, a través del acting out expresado en consumo de alcohol, consumo de alguna droga, la mentira compulsiva, bulimia, anorexia, la ingesta compulsiva de comida, la violencia intrafamiliar, el juego patológico, etc.

El acting out o llamémosle también el goce impulsivo, compulsivo y auto erótico, hace referencia a lo que no se ha dicho conpalabras sino en actos, en este tipo de grupos prevalece un intento de autogobierno a través de la palabra permitiendo una directriz terapéutica bien definida a la par de uno de los símbolos más eficientes y unificadores en la historia desde el monoteísmo imperial: Dios, expresado como el “Poder Superior”.

En este tipo de conductas adictivas, existen componentes biológicos bien identificadosa partir de la participación de un neurotransmisor fundamental, la dopamina, químico cerebral relacionado con el placer, en una dinámica compulsiva, típicamente observada en adicciones y conductas neuróticas graves.

Las neuronas del circuito del placer en el cerebro, se encuentran sensibilizadas por la hiperactividad dopaminérgica una vez establecida la adicción, requiriendo cada vez un menorestímulo para iniciar su descarga, es un fenómeno bidireccional, psicológico- neuroquímico. Una vez que el cerebro ha sido modificado por la adicción, estos circuitos se activan a la menor estimulación psicológica. Esto es similar a un foco epiléptico, basta un estímulo menor (por ejemplo la foto-estimulación), para iniciar la descarga. De ahí las frecuentes recaídas en adicciones y algunasconductas neuróticas severas.

El integrante de estos grupos es un individuo muy afectado, regularmente muy solo, el hecho de compartir su experiencia con un “otro”, con personas que experimentan la misma condición emocional, le permite sentirse “conectado” y no desconectado de la vida, y al mismo tiempo unido a otros que padecen de lo mismo que él o ella.

Por ende el adicto o el neuróticocompulsivo, se conecta con el otro a través de la palabra, dejando de ser el “raro y el loco”, incorporándose a un pequeño colectivo, que esta a su vez unido a una comunidad mundial que alberga a 300 millones de individuos, como es el caso de AA por lo menos.

Cuando un “adicto al sufrimiento” se vive unido y no solo, conectado con la vida y no desconectado, “capaz de poner la palabra en vezdel acto”, ve en el grupo un espacio para albergar su dolor, su impulso irrefrenable, un espacio para frenar su búsqueda de goce auto erótico y autístico impostergable y solitario en el caso de las adicciones.

En estos grupos también se genera una identidad de grupo donde todos se auto-ayudan y se ayudan mutuamente.

El fenómeno grupal permite escuchar la vida de los otros y reconocer quela de él es muy similar, esto genera una transferencia al colectivo desarrollando un efecto de pertenencia a esa familia terapéutica, que es inclusiva no exclusiva.

¿A donde van los monjes?

Allí donde hay vida humana, transferimos las experiencias espaciales tempranas como las del útero, a lugares nuevos como las casas, los edificios, los templos, los grupos sociales o los consultorios...