el arte del robo de la mona liza
Si bien el nombre del ladrón ha estado siempre claro no lo ha estado nunca el del "autor intelectual". Entre los sospechosos figuraron el poeta francés Guillaume Apollinairey el pintor español Pablo Picasso, potenciales interesados en destruir la obra, críticos como eran entonces con los museos y el arte oficial.
Defensor de la quema de obras maestras, el poeta fuedetenido y encarcelado en la prisión de La Santé de París, mientras que Picasso fue interrogado por la policía sobre la desaparición del cuadro de Da Vinci. A Picasso, un apasionado del arte primitivo,y a Apollinaire se les relacionó igualmente con el robo de unas figuras íberas en el Louvre.
Para fortuna de ambos, entonces unos veinteañeros, las pistas fueron múltiples. El paso del tiempo haacabado dirigiendo las especulaciones hacia otros autores. Algunos expertos atribuyen al supuesto aristócrata argentino Eduardo de Valfierno el encargo a Peruggia del robo. Valfierno habría hechopintar seis copias del cuadro a un virtuoso falsificador con el objeto de estafar a otros tantos millonarios que pensarían que estaban en posesión del lienzo robado.
"En mi opinión nada de eso esverdad", dice a Efe el autor de "Une femme disparaît. Le vol de la Joconde au Louvre en 1911" (Una mujer desaparecida. El robo de la Gioconda en el Louvre en 1911), Jérôme Coignard, quien, basándose en unosartículos publicados en 1915 por Georges Prade, cree que el promotor fue un misterioso bandido alemán traficante de arte, Otto Rosenberg.
El Louvre, que presenta el cuadro como "Portrait de LisaGherardini, épouse de Francesco del Giocondo" y que no ha previsto acto alguno en rememoración del evento, informa de que "el robo fue descubierto el 21 agosto de 1911" por el pintor Louis Béroud,quien alertó a los guardianes del museo.
Algunos estudiosos aseguran que los vigilantes habían ya detectado el hueco dejado en el muro horas antes, incluso un día antes de que se diese, finalmente,...
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