El caracazo
El “Caracazo”, como lo denominó la prensa nacional e internacional, fue una espontánea, nadie hasta ahora ha podido demostrado lo contrario, explosión social de inmensas dimensiones e inmensa trascendencia; ocurrida el 27 de febrero de 1989, y que arrastró en su acción a una parte importante de los sectores marginales y a muchos trabajadores, desempleados, incluso algo de la clasemedia de Caracas y sus zonas aledañas. El fenómeno se caracterizó por los saqueos a miles de negocios de víveres y licores, farmacias, tiendas de equipos eléctricos, supermercados, depósitos comerciales y decenas de medianas y pequeñas empresas industriales y manufactureras. La ola de saqueos se prolongó en su fase más aguda por más de 48 horas, hasta que las Fuerzas Armadas tomaron control de laszonas afectadas y de extensas áreas marginales de la región capital. Al final la algarada arrojó un saldo de cientos de muertos y unos cuantos desaparecidos, miles de heridos y miles de millones de US $ dólares en pérdidas materiales.
El acontecimiento dejó evidencias palpables, por una parte, de las graves debilidades del Estado, de sus instituciones así como de los aparatos de seguridad, paragarantizar el imperio de la ley y el orden. Por otra parte, dejó ver con claridad los efectos sociales del sostenido deterioro económico, posesionado de Venezuela desde el inicio de la década de los ochenta. Los signos de un terrible fracaso económico y social, después de sesenta años de crecimiento sostenido, pero cuya gerencia no fue capaz de resolver grandes desequilibrios en la distribucióndel ingreso. Precisamente el problema que impidió una mayor diversificación y desarrollo de los mercados internos y un sostenible potencial de crecimiento económica y de prosperidad ciudadana.
Pero, como de esperar, el “Caracazo” también sirvió para alimentar la lucha política y para una explicación centrada en el alto grado de frustración social e impotencia frente al gobierno del PresidenteCarlos Andrés Pérez, electo con una oferta populista sembrada durante el “boon” petrolero del quinquenio 1974-79, pero que sorprendió a todos con un programa de ajustes de corte neoliberal. Un gobierno que se planteó la posibilidad, en corto tiempo y sin efectivos mecanismos de compensación social, de desmantelar los seculares esquemas populistas, paternalistas y proteccionistas sobre los cualesVenezuela creció durante sesenta años. Para sustituirlos por una orientación de equilibrios macroeconómicos basados en el libre juego de las fuerzas del mercado, la receta de las doctrinas económicas de moda en ese momento y del llamado “consenso de Washington”.
Es precisamente a partir de 1979 cuando se pone en evidencia la dificultad para construir consenso y establecer un paquete coherente depolítica económica y una línea de gerencia de esa política económica, capaces de lidiar con la volatilidad de los mercados petroleros internacionales. Una crisis recurrente donde, como señala Janet Kelly: “Los políticos tienden a oscilar entre los excesos populistas y los ajustes crueles, empujados y halados alternativamente por el resentimiento popular y por las resistencias de la elite económica.
Ycomo resultado de ese tira y encoge, una caída casi perfectamente sostenida del ingreso per cápita desde su tope histórico en 1977[3]. Además, deterioro institucional, deterioro de la estructura productiva, creciente dificultad para avanzar con procesos de movilidad social, la natural secuela de sectores en creciente empobrecimiento y marginalidad, y finalmente, las inevitables turbulenciaspolíticas.
Antecedentes históricos del 27 02 1989
La economía venezolana cayó a partir del endeudamiento que generó el país después del "boom" petrolero en los 70. A partir de ese momento, comenzó una caída paulatina a medida que el Estado venezolano aumentaba su recaudación y gastos. Esto causó una devaluación de la moneda en 1983. A partir de entonces las políticas económicas de los gobiernos...
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