el dogma
Vol. XXI/1-3, 2002, pp. 95-102
Dogmatismo y escepticismo∗
George Santayana
I. DOGMATISMO
En la conversación ordinaria se nos dice que somos dogmáticos cuando
afirmamos con excesiva tenacidad demasiadas opiniones privadas. No sería
dogmático afirmar que llueve, si esto fuera una mera anticipación de lo que
cualquier otra persona diría mirando al exterior por la ventana. Tampocolo
sería expresar incluso una opinión privada, con tal de que se hiciera modestamente, dando una razón o haciéndola preceder de las expresiones “yo pienso que” o “yo creo que”. Y sin embargo, lógicamente considerado, toda
creencia u opinión es un dogma, y los aditamentos “yo pienso que” o “yo
creo que”, lejos de suprimir el dogmatismo de la aserción, declaran de un
modo expreso que eldogmatismo es intencional, tanto que la frase “yo creo”
encabeza la mayoría de los credos dogmáticos, resonando al final con un explícito amén1.
Pues bien, mis principios primeros son otros tantos casos de esa creencia deliberadamente reafirmada, dogmáticos como debe serlo toda opinión,
pero no dogmáticos, así lo espero, porque sean irrazonables o, según juzgo
yo, eludibles. Por mi parte, preferiríano creer en nada, si esto fuese posible:
pero la vida no lo permite, y cuando me veo obligado a juzgar, juzgo, y no
me avergüenza confesar que creo lo que positivamente creo. Sería ridículo
que cuando nos interrogara el funcionario del censo, contestáramos: “Quizá
mi nombre es John Smith, puede que yo tenga sesenta años y me parece que
vivo en Brickville”. La duda es una cosa secundaria, elconflicto entre dos
dogmas, y toda filosofía que no respete nuestros dogmas primarios inevitables y no edifique sobre ellos, se condena a ser artificial y no totalmente
honesta. Su lógica puede llevar al espíritu de un modo espontáneo y aun apasionadamente a cualquier paradoja; pero cuando se enfríe el ardor del argumento, el hombre natural se queda sin filosofía, o el filósofo se convierte eninsano tirano para el hombre.
Hay, pues, dos tipos de dogmatismo, aunque ambos responden a este
presupuesto fundamental de la inteligencia animal, a saber: que la aprehensión es informativa, que existen hechos antecedentes o ignotos para ser des95
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George Santayana
cubiertos, y que es posible el conocimiento de ellos. Pero el tipo inicial de
dogmático que para guiarse tiene sólo lasensación y la fantasía, supone que
las cosas son exactamente como parecen o como él piensa que deberían ser: y
si esta suposición se discute, el dogmático empedernido niega acaloradamente la relatividad de su conocimiento y de su conciencia. Pues bien, yo siempre
he afirmado esta doble relatividad; está implicada en mi materialismo. No
soy, pues, un dogmático en este primer sentido popular dela palabra, sino
decididamente un escéptico. Sin embargo, afirmo resueltamente la relatividad; luego, soy un dogmático en este punto; en efecto, veo claramente que un
animal no puede existir sin un habitáculo, y que sus impulsos y percepciones
se dirigen pronto hacia éste con una rapidez y precisión notables: por consiguiente, tiene conocimiento verdadero y transitivo. Pero también veoclaramente que este conocimiento, si es que llega a adoptar una forma imaginativa
o moral, debe adoptarla determinada por sus sentidos e instintos específicos.
Por lo tanto, su verdadero conocimiento debe ser, en sus términos, relativo a
su naturaleza y no maravillosa intuición de su habitáculo tal como este existe
en sí mismo.
Esta relatividad inevitable del conocimiento y del interés, lejos deabolir
la asertividad de los mismos, la justifica en lo que tienen de confianza intelectual y de ardor moral, ya que es algún alma la afectada, la que encuentra su
equilibrio y construye su nido. Mis percepciones y mis preferencias son las
mías; pero son tan igualmente aplicables a los hechos como lo sean las de las
demás criaturas, e igualmente verdaderas para mi naturaleza como para las
suyas...
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